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Complicaciones del embarazo

Infección de citomegalovirus en el embarazo

PUNTOS CLAVE

  • El citomegalovirus (CMV) es la infección que se transmite más comúnmente de las personas embarazadas a los bebés. 
  • Más de la mitad de los adultos se han infectado con citomegalovirus antes de los 40 años de edad, pero la mayoría de ellos no lo sabe.
  • Una vez que se infecta con CMV, este permanece en su cuerpo el resto de su vida. 
  • Si usted se infecta con CMV durante el embarazo, podría perder el embarazo o causar graves problemas de salud en su bebé, incluyendo el nacimiento prematuro o bajo peso al nacer, o pérdida auditiva al nacer o más tarde en la vida. 
  • CMV es la causa principal de la pérdida auditiva en 1 de cada 3 casos de pérdida auditiva en este país.

¿Qué es el citomegalovirus?

Citomegalovirus (CMV) es un virus común que infecta a personas de todas las edades. Más de la mitad de los adultos en los Estados Unidos se infecta con citomegalovirus antes de los 40 años de edad. Una vez que el CMV está en su cuerpo, permanece allí el resto de su vida. El virus se puede reactivar y causar otra infección.  Usted también puede reinfectarse con una cepa (variedad) distinta del virus.

La mayoría de las personas infectadas con el CMV no tienen síntomas y no saben que están infectadas. La infección con CMV habitualmente no es perjudicial en los adultos o niños sanos porque el sistema inmunitario protege sus cuerpos contra la infección. Pero el CMV puede causar graves problemas de salud en algunos casos, incluyendo:

  • Bebés que se infectan antes del nacimiento
  • Bebés prematuros (nacidos antes de las 37 semanas de embarazo) o bebés de bajo peso al nacer (nacidos pesando menos de 5 libras, 8 onzas)
  • Personas con sistemas inmunitarios debilitados. Las personas con sistemas inmunitarios débiles incluyen a aquellas que tienen el  virus de inmunodeficiencia humana (VIH), personas que reciben tratamiento por cáncer y aquellas que se han sometido a un trasplante de médula ósea o trasplante de órgano. 

El CMV es la infección más común que se transmite de las personas embarazadas a los bebés durante el embarazo. Una de cada 3 personas embarazadas transmite la infección a su bebé. Si usted tiene CMV durante el embarazo, el virus en su sangre puede atravesar la placenta hacia su bebé. La placenta suministra alimento y oxígeno al bebé a través del cordón umbilical. Es posible que el CMV cause la muerte de un bebé durante el embarazo (pérdida del embarazo).

Cuando un bebé se contagia el CMV durante el embarazo, la enfermedad se denomina CMV congénito. Congénito significa que la afección está presente cuando el bebé nace. Uno de cada 200 bebés en EE. UU. nace con CMV. La mayoría de los bebés con CMV congénito no tienen problemas, pero algunos se enferman o tienen problemas de salud a largo plazo. Un bebé también se puede infectar después del nacimiento si entra en contacto con líquidos corporales infectados.

El CMV no tiene cura, pero hay medicamentos que ayudan a tratarlo en los recién nacidos y en las personas con sistemas inmunitarios débiles. 

El CMV forma parte de la familia de los herpes. Está relacionado con los virus que causan varicela, herpes simple (también llamado HSV) y mononucleosis (también llamada mono). Una vez que se infecta con CMV, este permanece en su cuerpo de por vida. Si usted es saludable, el CMV habitualmente se mantiene inactivo, pero puede activarse nuevamente, especialmente si usted se enferma o toma un medicamento que debilita su sistema inmunitario. Usted también puede infectarse nuevamente con una cepa distinta del virus. 

¿Cuáles son las señales y los síntomas del CMV?

La mayoría de las personas con CMV no saben que tienen la infección  ya que no tienen señales o síntomas. Las señales y síntomas del CMV pueden ser diferentes en las personas sanas, los bebés y las personas con sistemas inmunitarios débiles. 

Las señales y los síntomas del CMV en personas sanas pueden incluir:

  • Escalofríos y/o sudores
  • Falta de apetito
  • Fatiga (sentir mucho cansancio y tener poca energía)
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Dolor de garganta
  • Glándulas hinchadas

A veces, el CMV puede causar hepatitis y mononucleosis (mono). La hepatitis es una enfermedad causada por un virus que ataca el hígado. La mononucleosis es una enfermedad que puede causar fatiga excesiva, dolores de cabeza y cuerpo, dolor de garganta, ganglios linfáticos hinchados y bazo o hígado hinchado.

Las personas con sistemas inmunitarios debilitados que se infectan con el CMV pueden tener problemas más graves que pueden afectar los ojos, pulmones, hígado, esófago, estómago e intestinos. El esófago es el tubo que conecta la boca con el estómago. Los intestinos son tubos largos que ayudan al cuerpo a descomponer (digerir) los alimentos. 

Las personas con la probabilidad más alta de tener señales y síntomas de CMV incluyen:

  • Bebés que se infectan con el CMV antes de nacer (CMV congénito).
  • Bebés que se infectan durante o poco tiempo después del nacimiento (CMV perinatal). Este grupo incluye a los bebés que se infectan durante la lactancia.
  • Personas con un sistema inmunitario debilitado, como aquellas que han tenido un trasplante de órgano, de médula ósea o de células madre, o aquellas que están infectadas con VIH.

Llame a su profesional de la salud si tiene los síntomas de mononucleosis durante el embarazo. Esos incluyen:

  • Fatiga excesiva
  • Dolores de cabeza y cuerpo
  • Dolor de garganta
  • Ganglios linfáticos hinchados 
  • Bazo o hígado hinchado.

¿Cómo se transmite el citomegalovirus?

Usted se contagia el CMV al tener contacto directo con los líquidos corporales de una persona infectada con CMV. Los líquidos corporales que pueden contener CMV incluyen:

  • Sangre
  • Leche de pecho
  • Saliva 
  • Semen
  • Lágrimas
  • Orina 
  • Secreciones vaginales 

El CMV se transmite de varias maneras:

  • Pasándoselo a su bebé durante el embarazo, el trabajo de parto o la lactancia 
  • Al tocarse los ojos o adentro de la boca o nariz después de haber tenido contacto directo con los líquidos corporales de una persona infectada, incluyendo saliva, orina, sangre, lágrimas, semen y leche humana. 
  • Al tener contacto sexual o besar a una persona infectada 
  • Al someterse a un trasplante de órgano, de médula ósea o de células madre, o al recibir una transfusión de sangre

Los adultos suelen contagiarse al tener relaciones sexuales con una persona infectada con el CMV o al tener contacto con niños infectados con el CMV. 

Es más probable que usted se contagie el CMV que otras personas si usted: 

  • Tiene niños pequeños. El CMV suele transmitirse durante los cambios de pañales, los baños y otro contacto cercano con los bebés y niños pequeños. Los niños pueden contagiarse el CMV en la guardería o en la escuela y transmitirlo a sus familias, cuidadores y otros niños.
  • Trabaja con niños pequeños. Por ejemplo, si se encarga de niños o enseña en una escuela. El CMV se transmite fácilmente en las guarderías o jardines preescolares donde se comparten juguetes que pueden ser portadores de CMV. 
  • Tiene relaciones sexuales con una persona infectada con CMV.
  • Trabaja en una institución de atención médica, como el consultorio de un profesional de la salud o un laboratorio, donde podría tener contacto con líquidos corporales infectados 
  • Se somete a una transfusión de sangre o trasplante de órgano. Una transfusión de sangre es cuando le ponen sangre nueva en el cuerpo. Un trasplante de órgano es cuando le ponen un órgano nuevo, como un corazón o un riñón, en el cuerpo. 
     

¿Puedo transmitirle el citomegalovirus a mi bebé?

Es más probable que le transmita el CMV a su bebé si usted se infecta durante el embarazo que si tuvo una infección antes de embarazarse. Si se contagia el CMV durante el embarazo, tiene 1 de 3 probabilidades (33 por ciento) de transmitírselo a su bebé. Si se contagió el CMV antes de embarazarse, la probabilidad de transmitírselo a su bebé disminuye a aproximadamente 1 en 100.

Más de la mitad de los adultos han tenido una infección de CMV antes de los 40 años de edad y aproximadamente 1 a 4 de cada 100 personas (1 a 4 por ciento) se infectan con CMV por primera vez durante el embarazo. 

Usted puede transmitirle el CMV a su bebé en cualquier momento durante el embarazo. Pero es más probable que lo transmita si se infecta por primera vez durante el embarazo o si una infección pasada con CMV entra en estado activo nuevamente, especialmente en el tercer trimestre. También se lo puede transmitir a su bebé durante el parto y nacimiento, o al darle pecho. Si su bebé contrae el virus en estas situaciones y nació con un peso saludable, probablemente no tendrá problemas de salud. Los bebés prematuros (nacidos antes de las 37 semanas de embarazo) y los bebés de bajo peso al nacer (nacidos pesando menos de 5 libras, 8 onzas) pueden enfermarse si se infectan durante el nacimiento o al darles pecho.

Si usted tuvo una infección de CMV antes de embarazarse, todavía se la puede transmitir a su bebé, pero esos casos son raros. 

¿Cómo afecta el CMV a los bebés?

La mayoría de los bebés que nacen con el CMV nunca muestran señales de la enfermedad y no tienen problemas de salud.

Sin embargo, los bebés que se infectan con el CMV al nacer pueden tener problemas de salud a largo plazo, incluyendo:

  • Pérdida auditiva
  • Discapacidades intelectuales y del desarrollo. Esas discapacidades son problemas del funcionamiento del cerebro que pueden hacer que una persona tenga dificultades o retrasos en el desarrollo físico, aprendizaje, comunicación, cuidado personal o llevarse bien con otros.
  • Problemas de coordinación o debilidad muscular
  • Tamaño de la cabeza más pequeño de lo previsto (condición llamada microcefalia)
  • Convulsiones
  • Pérdida de la vista 

Algunos bebés con CMV congénito que no muestran las señales de la enfermedad al nacer, aún pueden tener o presentar pérdida auditiva. Puede afectar a uno o a ambos oídos. Algunas veces, la pérdida auditiva puede empeorar con el crecimiento del bebé.

¿Cómo se diagnostica el CMV durante el embarazo?

Típicamente, no se le harán pruebas de detección del CMV durante las pruebas prenatales. Avísele a su profesional de la salud si cree que puede tener CMV o que puede haberse expuesto al CMV. Su profesional puede hacerle un análisis de sangre o evaluar otros líquidos corporales para ver si usted tiene la infección. Los análisis de sangre pueden ayudar a determinar si usted tiene una infección nueva o si la tuvo en el pasado.  

¿Es posible evaluar a un bebé para ver si tiene CMV antes de nacer?

Sí. Si un análisis de sangre confirma que usted tiene una nueva infección de CMV durante el embarazo, su profesional puede recomendar hacerle un análisis a su bebé para ver si tiene el virus mediante amniocentesis (también llamada “amnio”). La amniocentesis es una prueba en la cual se extrae un poco de líquido amniótico de alrededor de su bebé antes de nacer para ver si su bebé tiene defectos de nacimiento y trastornos genéticos. Le pueden hacer esta prueba entre las semanas 15 y 20 de embarazo. Su profesional también puede usar ultrasonido para ver si hay señales físicas de que su bebé tiene CMV. El ultrasonido (también llamado sonograma) utiliza ondas sonoras para mostrar una imagen de su bebé antes de nacer. Si su profesional cree que su bebé puede tener CMV, se podría analizar la orina y saliva de su bebé para detectar el virus. 

¿Cómo se trata el CMV durante el embarazo?

No hay cura para el CMV, pero se pueden usar medicamentos para controlar las infecciones. La mayoría de los adultos saludables con CMV no necesitan tratamiento. Esto incluye durante el embarazo. 

Las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden necesitar tratamiento con un medicamento antivírico. Esos medicamentos matan las infecciones causadas por virus. Los medicamentos usados para tratar el CMV incluyen ganciclovir, valganciclovir, cidofovir y foscarnet.

¿Cómo se diagnostica el CMV en los bebés después de nacer?

Alrededor de 1 de cada 200 bebés (menos del 1 por ciento) nace con CMV congénito en este país cada año. El profesional de la salud de su bebé puede diagnosticar la infección de CMV analizando la saliva, orina o sangre del recién nacido. Los análisis deben realizarse 2 a 3 semanas después del nacimiento para confirmar que su bebé tiene CMV congénito.

La mayoría de los bebés con CMV congénito no tienen problemas de salud, pero 1 de cada 5 bebés con CMV congénito puede enfermarse del virus o tener problemas de salud a largo plazo.

Algunos bebés nacidos con CMV tienen señales y síntomas, incluyendo los siguientes:

  • Pérdida auditiva (sordera). Este es el problema de salud a largo plazo más común en los bebés que nacen con CMV. Un bebé puede tener pérdida auditiva al nacer o puede presentarla más tarde durante la niñez.
  • Daño a los ojos
  • Problemas con el bazo, hígado o pulmones. El bazo es un órgano que filtra la sangre del cuerpo y combate infecciones.
  • Ictericia. La ictericia es cuando los ojos y la piel del bebé tienen aspecto amarillento. El bebé tiene ictericia cuando el hígado no está desarrollado por completo o no está funcionando bien.
  • Bajo peso al nacer (menos de 5 libras, 8 onzas)
  • Tamaño de la cabeza más pequeño de lo previsto (condición llamada microcefalia)
  • Problemas neurológicos, incluyendo convulsiones
  • Neumonía
  • Nacimiento prematuro 
  • Sarpullido o manchas violáceas en la piel
  • Ganglios linfáticos hinchados

¿Cómo se trata el CMV después del nacimiento?

Los bebés que muestran las señales del CMV al nacer pueden ser tratados con medicamentos antivíricos. Los medicamentos antivíricos pueden reducir el riesgo de que su bebé presente problemas de salud y pérdida auditiva. Estos medicamentos pueden incluir ganciclovir o valganciclovir. Sin embargo, ambos pueden causar efectos secundarios graves. Se necesita más investigación sobre el uso de medicamentos antivíricos en los bebés.

Actualmente, no se recomienda usar antivíricos para tratar a los bebés con CMV congénito que no tienen señales al nacer.

Los bebés con CMV congénito, con o sin señales al nacer, deben someterse a pruebas de audición regularmente. Si su bebé tiene un problema de audición, mientras antes se detecte, mayor puede ser el beneficio del tratamiento para su bebé. Usted también debe consultar regularmente con el profesional de la salud de su bebé para establecer cualquier cuidado o servicios adicionales que su bebé pudiese necesitar. Esto podría incluir servicios asociados con el habla o terapia ocupacional.

¿Puedo amamantar a mi bebé si tengo CMV?

Usted puede pasarle el CMV a su bebé a través de la leche de pecho durante la lactancia. Si usted tiene CMV, puede amamantar a su bebé si nació a término completo. Sin embargo, si su bebé nació antes de las 30 semanas de embarazo y pesa menos de 3.3 libras (1,500 gramos), consulte con su profesional antes de darle pecho. Algunos bebés prematuros y de bajo peso al nacer pueden enfermarse con la leche de pecho infectada. La congelación y pasteurizado (calentamiento) de la leche de pecho pueden reducir el riesgo de transmisión. Sin embargo, la congelación no elimina por completo el riesgo de la lactancia para su bebé.

¿Cómo puede protegerse contra el CMV?

Estas son algunas cosas que puede hacer:

  • Lávese las manos con agua y jabón frecuentemente, especialmente después de estar en contacto con los líquidos corporales de los bebés o los niños. Deseche con cuidado los pañales y pañuelos de papel usados. Lávese las manos después de cambiar pañales, alimentar, limpiar la secreción nasal y recoger juguetes de los niños.
  • Evite el contacto con las lágrimas o la saliva si besa a un niño, especialmente si usted es una persona embarazada. Bese a los bebés y niños en la cara o cabeza en vez de en los labios.
  • No comparta cepillos de dientes, alimentos, bebidas, tazas, pajillas, tenedores ni otros utensilios con niños pequeños o con otras personas que puedan tener el CMV. No se ponga el chupón del bebé en su boca.
  • Limpie con frecuencia los juguetes y los mesones.
  • Si su pareja tiene CMV, use un preservativo de látex para tener relaciones sexuales.
  • Si trabaja en establecimientos de salud en contacto con personas que tienen el CMV, incluso recién nacidos, tome las precauciones de seguridad del lugar de trabajo para protegerse contra la infección. Lávese las manos con frecuencia y use guantes.

Los científicos están trabajando para crear vacunas contra el CMV. Las vacunas le dan inmunidad contra ciertas enfermedades. Estas vacunas pueden ayudar a prevenir la infección del CMV en las personas embarazadas y en los bebés, y pueden ayudar a reducir el riesgo de que un bebé nacido de una persona infectada tendrá problemas de salud. 

Para obtener más información:

nationalcmv.org (en inglés)

CDC.gov

Actualizado en augusto de 2021