Complicaciones del embarazo

Puntos clave

• El desprendimiento de la placenta es una condición poco común que causa sangrado grave durante el embarazo.
• Si usted sufre desprendimiento de la placenta, puede causarle problemas a su bebé, incluyendo problemas de crecimiento, parto prematuro o nacimiento sin vida.
• Si tiene sangrado de la vagina durante el embarazo, pida ayuda a su profesional de la salud inmediatamente o vaya al hospital para una evaluación.
• Si el sangrado es severo, podría ser un desprendimiento y su profesional podría recomendar que dé a luz inmediatamente.

La placenta se adhiere a la pared del útero (matriz) y suministra alimentos y oxígeno al bebé a través del cordón umbilical.

El desprendimiento de la placenta es un problema grave en el que la placenta se separa de la pared del útero antes del parto. Puede separarse parcial o completamente. Si esto sucede, es posible que su bebé no reciba suficiente oxígeno y nutrientes en la matriz. Usted también puede tener dolor y sangrado grave.

Normalmente la placenta crece en la parte superior del útero y permanece ahí hasta que nace su bebé. Durante la última etapa del parto, después de que el bebé haya nacido, la placenta se separa del útero, y sus contracciones ayudan a empujarla hacia la vagina (canal de parto). A esto se le llama también expulsión o alumbramiento de la placenta.

Alrededor de 1 de cada 100 personas embarazadas (1 por ciento) sufre desprendimiento de la placenta. Por lo general sucede en el tercer trimestre, pero puede suceder en cualquier momento después de las 20 semanas de embarazo. Los casos leves pueden ocasionar algunos problemas. El desprendimiento es leve si solo una pequeña parte de la placenta se separa de la pared del útero. Habitualmente, un desprendimiento leve no es peligroso, pero necesita observarse muy de cerca ya que puede convertirse en una separación completa.

Si tiene desprendimiento de la placenta (mayor separación entre la placenta y el útero), su bebé correrá mayor riesgo de:

• Problemas de crecimiento, también llamados restricción del crecimiento intrauterino; identificados mediante ultrasonido
• Nacimiento prematuro (nacimiento que sucede demasiado temprano, antes de las 37 semanas de embarazo). Se puede hacer un parto temprano para salvarle a usted y a su bebé.
• Nacimiento sin vida (cuando un bebé muere en la matriz después de las 20 semanas de embarazo) si la separación de la placenta es repentina y severa.

El desprendimiento de la placenta sucede en alrededor de 1 de cada 10 nacimientos prematuros (10 por ciento). Los bebés prematuros (nacidos antes de las 37 semanas de embarazo) tienen más probabilidades que los bebés nacidos más tarde de sufrir problemas de salud durante las primeras semanas de vida, discapacidades duraderas o incluso que mueran.

El desprendimiento de la placenta puede causar anemia y complicaciones potencialmente mortales para una persona embarazada.  Si no se diagnostica y trata inmediatamente, puede haber hemorragia y complicaciones de coagulación de la sangre tanto para el bebé como para la persona embarazada.  Podría requerirse una cesárea.

¿Cuáles son los síntomas del desprendimiento de la placenta?

El síntoma principal del desprendimiento de la placenta es el sangrado vaginal. Usted también puede sufrir dolor, contracciones, malestar y sensibilidad o dolor de abdomen o espalda constante o repentino. A veces estos síntomas pueden suceder sin sangrado vaginal porque la sangre queda atrapada detrás de la placenta. Si tiene alguno de esos síntomas, llame de inmediato a su profesional de la salud y vaya al hospital.

¿Cómo se diagnostica el desprendimiento de la placenta?

Si su profesional considera que usted tiene un desprendimiento, es posible que deba someterse a un examen en el hospital. Su profesional puede detectar el desprendimiento haciendo un examen físico y un ultrasonido. El ultrasonido puede encontrar la mayoría de los desprendimientos, pero no todos. Su profesional también controlará el ritmo cardíaco de su bebé.

¿Cómo se trata el desprendimiento de la placenta?

El tratamiento depende de la gravedad del desprendimiento y cuán avanzado está su embarazo.

Su profesional puede simplemente controlar a la persona y al bebé. Pero en ocasiones puede ser necesario que tenga al bebé de inmediato.

Si debe tener un parto inmediato y si hay tiempo, su profesional podría darle medicamentos llamados corticoesteroides. Estos medicamentos ayudan a acelerar el desarrollo de los pulmones y otros órganos de su bebé.

Desprendimiento de la placenta leve

Si tiene un desprendimiento leve entre las 24 y 34 semanas de embarazo, es preciso que le controlen cuidadosamente en el hospital. Si las pruebas demuestran que usted y su bebé están bien, es posible que su profesional le dé un tratamiento para tratar de mantener el embarazo lo más posible. También es posible que desee que usted se quede en el hospital hasta el momento del parto. Si el sangrado se detiene, quizás pueda regresar a su casa.

Si tiene un desprendimiento leve cuando está a término completo o cerca de término completo, su profesional puede recomendar inducir el parto o hacer una cesárea. Es posible que deba tener al bebé de inmediato si:

• El desprendimiento empeora y el dolor aumenta.
• Tiene mucho sangrado o muestra señales de anemia grave en sus exámenes de sangre.
• Su bebé tiene cambios en el ritmo cardíaco que indican que está teniendo problemas.

Desprendimiento de la placenta moderado o grave

Si tiene desprendimiento de la placenta moderado a grave, usted se encuentra en una situación de emergencia médica y por lo general deberá tener al bebé de inmediato. Si usted necesita dar a luz rápidamente aumentará las probabilidades de que le hagan una cesárea.

Si pierde mucha sangre por el desprendimiento, quizás necesite una transfusión de sangre. Se podría necesitar hacer una cesárea para salvarle a usted y a su bebé. Es muy poco común, pero si tiene sangrado intenso que no puede controlarse, podría ser necesario remover el útero por cirugía (histerectomía). Este procedimiento puede evitar el sangrado mortal y otros problemas en su cuerpo. Pero también significa que no podrá embarazarse en el futuro.

¿Qué causa el desprendimiento de la placenta?

No sabemos realmente qué causa el desprendimiento de la placenta. Quizás corra un riesgo más alto de desprendimiento de la placenta si:

• Tuvo un desprendimiento en un embarazo anterior.
• Tiene alta presión arterial.
• Usted fuma cigarrillos.
• Usted consume cocaína.
• Se lesionó el abdomen en un accidente de auto o por maltrato físico.
• Usted es mayor de 35 años de edad.
• Tiene una infección en el útero.
• Entró en trabajo de parto prematuro.
• Se le rompe la fuente (bolsa de agua) antes de las 37 semanas.
• Tiene problemas con el útero o cordón umbilical.
• Tiene más fluido alrededor del bebé de lo normal.
• Tiene un embarazo de mellizos, trillizos o más bebés.
• Tiene asma.
• Tiene una hermana que sufrió desprendimiento de la placenta.
• Le hicieron cesárea en un embarazo anterior.
• Se ha expuesto a la contaminación ambiental.
• Su ultrasonido muestra evidencia de separación leve de la placenta

Si tuve un desprendimiento de la placenta anterior, ¿qué probabilidades hay de que tenga otro?

Si tuvo un desprendimiento de la placenta en un embarazo anterior, tiene una probabilidad de 1 en 10 (10 por ciento) de que suceda nuevamente en un embarazo posterior.

¿Cómo puede reducir su riesgo de tener un desprendimiento de la placenta?

En la mayoría de los casos, no se puede prevenir el desprendimiento de la placenta. Pero quizás pueda reducir su riesgo si se somete a monitoreo cercano, se trata la presión arterial alta, no fuma ni usa drogas ilegales y usa siempre un cinturón de seguridad cuando viaja en un vehículo. Su profesional de la salud también puede recomendar que tome vitaminas prenatales, incluyendo ácido fólico.

Última actualización: Septiembre de 2021