Placenta previa
La placenta se adhiere a la pared del útero (matriz) y suministra alimentos y oxígeno al bebé a través del cordón umbilical. La placenta previa es una condición en la que la placenta yace en la parte inferior del útero y cubre todo o parte del cuello uterino. El cuello uterino es la abertura hacia el útero que está en la parte superior de la vagina. La placenta previa sucede en alrededor de 1 de cada 200 embarazos. Si tiene placenta previa a principios del embarazo, no suele ser un problema. Sin embargo, puede causar sangrado grave y otras complicaciones más adelante en el embarazo. Normalmente, la placenta crece en la parte superior de la pared uterina, lejos del cuello uterino. Ahí se queda hasta que nace su bebé. Durante la última etapa del parto, la placenta se separa de la pared del útero, y sus contracciones ayudan a empujarla hacia la vagina (canal de parto). A esto se lo llama también expulsión o alumbramiento de la placenta. Durante el parto, su bebé pasa por el cuello uterino hacia el canal de parto. Si tiene placenta previa, cuando el cuello uterino comienza a ablandarse (borrarse) y a dilatarse (abrirse) para el parto, los vasos sanguíneos que conectan la placenta con el útero pueden desgarrarse. Esto puede causar sangrado grave durante el parto, y poner en peligro a usted y a su bebé. ¿Cuáles son los síntomas de la placenta previa? No todas las mujeres con placenta previa tienen sangrado vaginal. De hecho, alrededor de un tercio de mujeres con placenta previa no tienen este síntoma. ¿Cómo se diagnostica la placenta previa? Aunque no tenga sangrado vaginal, el ultrasonido de rutina del segundo trimestre puede mostrar que usted tiene placenta previa. No se preocupe demasiado si esto sucede. La placenta previa que se encuentra en el segundo trimestre suele arreglarse sola en la mayoría de los casos. ¿Cómo se trata la placenta previa? Si sangra como resultado de la placenta previa, se la deberá controlar estrechamente en el hospital. Si las pruebas demuestran que usted y su bebé están bien, es posible que su profesional le dé un tratamiento para tratar de mantener el embarazo lo más posible. Si tiene mucho sangrado, se la podrá tratar con transfusiones de sangre. La transfusión de sangre significa que le ponen sangre nueva en el cuerpo. Su profesional también podrá darle medicamentos llamados corticoesteroides. Estos medicamentos ayudan a acelerar el desarrollo de los pulmones y otros órganos de su bebé. También es posible que desee que usted se quede en el hospital hasta el momento del parto. Si el sangrado se detiene, quizás pueda regresar a su casa. Si tiene sangrado grave debido a placenta previa en alrededor de las 34 a 36 semanas de embarazo, su profesional puede recomendar una cesárea inmediata. Entre las 36 y 37 semanas, su profesional podrá sugerirle una amniocentesis para verificar el líquido amniótico alrededor de su bebé y ver si tiene los pulmones totalmente desarrollados. Si están desarrollados, el profesional podrá recomendar una cesárea inmediata para evitar riesgos de sangrado en el futuro. En cualquier etapa del embarazo, podrá ser necesario la cesárea si usted tiene sangrado peligrosamente fuerte o si usted y su bebé están teniendo problemas. ¿Qué causa la placenta previa?
Si tuvo placenta previa antes, ¿qué probabilidades hay de que la tenga otra vez? ¿Cómo puede reducir su riesgo de tener placenta previa? Enero de 2012 |