Los compuestos químicos que pueden encontrarse en los hogares y empresas de los Estados Unidos suman más de 83,000. En la mayoría de los casos, se sabe muy poco sobre los efectos que pueden tener durante el embarazo (1). Sin embargo, se ha comprobado que un pequeño número de ellos son perjudiciales para el feto. Éstos se encuentran principalmente en el lugar de trabajo, aunque ciertos contaminantes ambientales presentes en el aire y en el agua, así como algunos productos químicos de uso doméstico, también pueden representar un riesgo durante el embarazo.
La mujer embarazada puede inhalar estos productos químicos, ingerirlos en los alimentos o en las bebidas o, en algunos casos, absorberlos a través de la piel. Pero en general, tendría que estar expuesta a una gran cantidad y por un tiempo prolongado para que llegaran a dañar a su bebé.
La mayoría de las empresas cuenta con medidas preventivas adecuadas para asegurar que esto no ocurra. No obstante, debido a que se sabe poco acerca de los efectos de la mayoría de los productos químicos en la reproducción, es aconsejable que la mujer consulte a su médico en caso de estar expuesta a alguno de ellos en su trabajo, preferentemente antes del embarazo. Junto con su médico podrá determinar si necesita alguna protección adicional en el trabajo o si debe cambiar de tareas. Esto es particularmente importante en el caso de mujeres que trabajan en ciertas industrias, como la agricultura, manufactura, limpieza en seco, impresión, fabricación de productos farmacéuticos y cuidado de la salud. La mujer embarazada también puede tomar algunas medidas para protegerse a sí misma y a su bebé de los contaminantes y productos químicos potencialmente nocivos que utiliza en su hogar.
¿Cuáles son los riesgos de la exposición al plomo durante el embarazo?
El plomo es un metal que durante muchos años podía encontrarse en la gasolina y la pintura utilizada en el hogar. Si bien sigue estando presente en el medio ambiente, las cantidades son cada vez menores desde que la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA) de los Estados Unidos prohibió su uso en dichos productos en la década de 1970.
El plomo presenta riesgos para la salud de todas las personas, pero especialmente para los niños pequeños y los bebés en gestación. La exposición a altos niveles de plomo durante el embarazo contribuye a la ocurrencia de abortos espontáneos, nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y retrasos en el desarrollo del bebé (2). Los niños expuestos a altos niveles de plomo después de nacer pueden desarrollar problemas de conducta y aprendizaje, un retraso en el crecimiento y la pérdida de la audición (3).
Las mujeres que viven en casas más antiguas pueden estar expuestas a niveles de plomo más altos debido al deterioro de la pintura a base de plomo con la que fueron pintadas. El uso de este tipo de pintura era común en las casas construidas antes de 1978. El riesgo es pequeño siempre y cuando la pintura no esté descascarillada. No obstante, la pintura descascarillada puede producir polvo de plomo al tocar la superficie, especialmente al lijarla o cepillarla.
Los niños con malacia, la tendencia a ingerir sustancias no alimenticias, como pintura, arcilla, tierra y yeso, están expuestos a un riesgo particularmente alto de tener niveles elevados de plomo en la sangre como consecuencia de la ingestión de restos de pintura que desprenden de las paredes o el hábito de morder superficies pintadas, como los alféizares de las ventanas.
Si fuera necesario eliminar la pintura a base de plomo de la casa, es aconsejable que las mujeres embarazadas y los niños se muden temporalmente a otro lugar hasta que esté terminado el trabajo. Asimismo, se recomienda encargar la tarea a personas debidamente capacitadas que tomen las precauciones adecuadas.
Las mujeres embarazadas también pueden estar expuestas a cantidades importantes de plomo en el agua potable que beben si las tuberías de su casa son de plomo o de cobre con soldadura de plomo o si los grifos son de bronce. En caso de duda, pueden recurrir al departamento de salud de su estado o a la compañía distribuidora del servicio de agua potable para solicitar que se realicen las pruebas necesarias para determinar si las tuberías contienen plomo. Las mujeres que utilizan agua de pozo deben hacer analizar el agua regularmente para asegurarse de que no contenga plomo y otros contaminantes. Para obtener más información sobre los análisis de agua, llame a la línea de atención telefónica permanente sobre Agua potable segura (Drinking Water Hotline) de la EPA al 1-800-426-4791.
La EPA recomienda dejar correr el agua durante 15 a 30 segundos antes de beberla o utilizarla para cocinar para reducir los niveles de plomo (3). Asimismo, se recomienda usar únicamente agua de la tubería de agua fría para cocinar o beber durante el embarazo y para preparar la fórmula del bebé, ya que contiene menos plomo que la tubería de agua caliente. Muchos de los filtros normalmente utilizados en el hogar no eliminan el plomo, por lo que se recomienda a las mujeres embarazadas instalar un filtro certificado por NSF International para eliminar el plomo.
Otras fuentes posibles de exposición al plomo en el hogar incluyen:
- La vajilla de cristal de plomo y algunos platos de cerámica. Se recomienda a las mujeres embarazadas y a los niños evitar su uso. Por lo general, la cerámica industrial es más segura que la artesanal en este aspecto.
- Ciertos materiales utilizados para hacer artesanías, como óleos, vidriado cerámico y vidrios de colores. Se recomienda utilizar materiales que no contengan plomo, como pinturas acrílicas o acuarelas, durante el embarazo y la lactancia.
- Minipersianas de vinilo importadas de otros países.
- Juguetes antiguos pintados y algunos juguetes y joyas nuevos. Para obtener información sobre retiros de productos del mercado, visite el sitio web www.cdc.gov/nceh/lead/Recalls/default.htm.
- Cosméticos que contienen surma o kohl.
- Soldadura de plomo en latas de alimentos importadas de otros países.
- Algunos dulces importados de México.
- Ciertos remedios caseros para el dolor de estómago, como los que contienen greta y azarcón.
Muchos lápices labiales contienen vestigios de plomo. Un estudio realizado en 2009 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (Food and Drug Administration, FDA) encontró pequeñas cantidades de plomo en todas las marcas de lápices labiales evaluadas (4). La FDA no considera estos niveles de plomo un riesgo y no dio a conocer los nombres de ninguna de las marcas. La Campaña de Cosméticos Seguros realizó un estudio similar en 2007 (5). Las mujeres preocupadas por el contenido de plomo en los lápices labiales pueden obtener más información en http://www.safecosmetics.org/.
Es aconsejable que las personas que están expuestas al plomo en su trabajo (por ejemplo, los pintores, plomeros y las personas que trabajan en fundiciones, talleres mecánicos, fábricas de baterías o ciertos tipos de construcción) se cambien la ropa y el calzado y que se duchen en el trabajo para evitar llevar el plomo a la casa. También es aconsejable que laven la ropa contaminada en el trabajo o, si no es posible, en su casa pero en forma separada de la ropa del resto de la familia.
¿Representa un riesgo para el embarazo la exposición al mercurio?
El mercurio es un metal que se encuentra en forma natural en el medio ambiente. Dos de sus formas, el mercurio elemental (puro) y el metilmercurio, pueden suponer riesgos durante el embarazo.
El mercurio elemental se utiliza en los termómetros, los empastes dentales, las bombillas fluorescentes y ciertas baterías (6). La amalgama dental es un material de color plateado que se utiliza para rellenar las caries en los dientes. Contiene mercurio elemental, plata y otros metales. Los empastes de amalgama pueden liberar pequeñas cantidades de vapor de mercurio que puede inhalarse (7). La FDA considera la amalgama segura en adultos y niños de más de seis años. No obstante, hay pocos estudios sobre la seguridad de la amalgama en mujeres embarazadas y bebés (7). Algunos países (Noruega, Suecia y Dinamarca) recomiendan a los dentistas no utilizar amalgama dental en las mujeres embarazadas. Se recomienda a las mujeres embarazadas preocupadas por el uso de amalgama que consideren su situación con su dentista (7).
Las mujeres embarazadas que trabajan en consultorios dentales o en industrias que utilizan mercurio para la fabricación de productos (por ejemplo, la industria eléctrica, la industria química y la minería) deben considerar con su médico su nivel de exposición en el lugar de trabajo y tomar todas las precauciones recomendadas.
El metilmercurio se forma cuando el mercurio del aire se deposita en el agua. El mercurio proviene de fuentes naturales (como la actividad volcánica) y de fuentes artificiales (como la contaminación generada por la combustión del carbón u otros tipos de contaminación industrial). Los peces que habitan en el agua contaminada suelen tener metilmercurio en sus tejidos y son una fuente de exposición para los seres humanos que los consumen. De hecho, el consumo de pescado es la principal fuente de exposición al metilmercurio en los seres humanos (6).
Si bien muchas especies contienen cantidades despreciables de mercurio, suele encontrarse principalmente en ciertas especies grandes. Por esta razón, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los Estados Unidos y la EPA aconsejan a las mujeres embarazadas abstenerse de comer pez espada, tiburón, caballa y pez azulejo (8) y limitar el consumo de albacora o atún blanco a 6 onzas o menos por semana (8). Todas estas especies pueden contener suficiente mercurio para dañar el sistema nervioso en desarrollo del feto y producir incapacidades de aprendizaje.
¿Qué otros metales representan un riesgo durante el embarazo?
El arsénico es otro metal que podría presentar riesgos durante el embarazo. Se incorpora al medio ambiente a través de fuentes naturales (la erosión de las rocas y los incendios forestales) y fuentes artificiales (la actividad minera y la fabricación de componentes electrónicos).
Si bien el arsénico es un veneno muy conocido, es poco probable que las pequeñas cantidades que se encuentran normalmente en el medio ambiente sean nocivas para el feto.
No obstante, algunas mujeres podrían estar expuestas a niveles de arsénico más altos que representan un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo, como aborto espontáneo y defectos congénitos (9). La exposición prolongada en los niños puede dar como resultado una disminución del cociente intelectual (9). Las mujeres que podrían estar expuestas a niveles más altos de arsénico incluyen mujeres que:
- Trabajan o viven cerca de una fundición.
- Viven en zonas agrícolas en las que se utilizaron fertilizantes a base de arsénico (actualmente prohibidos) para los cultivos.
- Viven cerca de sitios donde se depositan o incineran desechos peligrosos.
- Beben agua de pozo que contiene altos niveles de arsénico. Esto puede ocurrir en los lugares antes mencionados o en ciertas partes del país que se caracterizan por tener niveles naturalmente elevados de arsénico en la roca (como ciertas partes de Nueva Inglaterra y la región noroeste).
Las mujeres que viven en zonas con niveles de arsénico posiblemente altos pueden protegerse y proteger a sus hijos de la exposición:
- Limitando su contacto con el suelo.
- Haciendo analizar el agua de pozo para determinar su contenido de arsénico y asegurarse de que sea segura para el consumo, o bien bebiendo agua mineral. Las empresas que suministran el agua en la comunidad también la someten a análisis para determinar su contenido de arsénico. Para obtener más información sobre el análisis de contenido de arsénico del agua, visite el sitio web www.epa.gov/safewater/arsenic.
Hasta 2003, el arsénico se utilizaba en un conservante aplicado a la madera prensada empleada para construir terrazas y juegos al aire libre. La EPA recomienda aplicar una tintura penetrante o un sellador a estas estructuras al menos una vez al año para reducir la exposición al arsénico (10). Cualquier persona que trabaje con arsénico (por ejemplo, en la fabricación de semiconductores o fundiciones) debe tomar las precauciones necesarias para evitar llevar el metal impregnado en la ropa o el calzado a su casa.
¿Los pesticidas son nocivos para el bebé durante el embarazo?
Aún no existe evidencia suficiente para establecer si la exposición a pesticidas a los niveles comúnmente utilizados en el hogar representa un riesgo para el feto. No obstante, todos los insecticidas son en cierta medida tóxicos y algunos estudios sugieren que los altos niveles de exposición podrían contribuir a la ocurrencia de abortos espontáneos, partos prematuros, bajo peso al nacer, defectos congénitos y problemas de aprendizaje (11). Las mujeres que realizan tareas agrícolas o que viven en zonas agrícolas tienen más probabilidades de estar expuestas a altos niveles de pesticidas (11) que otras mujeres. No obstante, se recomienda a todas las mujeres embarazadas evitar los pesticidas siempre que sea posible.
Las mujeres embarazadas pueden reducir su exposición a los pesticidas utilizando productos menos tóxicos, por ejemplo, colocando trampas adhesivas para insectos en lugares a los que no tengan acceso los niños. En el caso de que la casa deba ser fumigada, se recomienda a las mujeres embarazadas:
- Pedir a otra persona que aplique los productos químicos. También es aconsejable que permanezca alejada del lugar la cantidad de tiempo indicada en las instrucciones del envase.
- Retirar alimentos, platos y utensilios del lugar antes de la aplicación del pesticida y pedir a alguien que luego abra las ventanas y lave todas las superficies utilizadas para preparar los alimentos.
- Cerrar todas las ventanas y apagar el aire acondicionado cuando se aplican pesticidas al aire libre, para que los gases no se introduzcan en la casa.
- Usar guantes de goma al realizar tareas de jardinería para evitar el contacto de los pesticidas con la piel.
Algunas mujeres embarazadas también se preocupan por la seguridad del uso de repelentes para insectos durante el embarazo. El repelente para insectos DEET (dietiltoluamida) es uno de los más eficaces para evitar las picaduras de insectos, como mosquitos y garrapatas. Es importante evitar las picaduras de insectos durante el embarazo ya que las infecciones causadas por los mosquitos y las garrapatas, como el virus del Nilo Occidental y la enfermedad de Lyme, pueden ser nocivas durante el embarazo. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) no recomiendan ninguna precaución especial a las mujeres embarazadas que utilizan productos a base de DEET si los utilizan según las indicaciones de la etiqueta (12). Las mujeres embarazadas pueden reducir el uso de DEET permaneciendo dentro de la casa al amanecer y al atardecer, cuando suelen picar los mosquitos y usando pantalones largos y prendas de mangas largas.
¿Qué son los disolventes?
Los disolventes son productos químicos capaces de disolver otras sustancias. Algunos de los disolventes más comunes son los alcoholes, los desengrasantes, los diluyentes de pintura y los quitaesmaltes. Las lacas, tintas de serigrafía y pinturas también contienen estas sustancias químicas. Una serie de estudios sugiere que la exposición a disolventes en el lugar de trabajo puede aumentar el riesgo de defectos congénitos (11). Un estudio realizado en Canadá en 1999 comprobó que las mujeres que estaban expuestas a disolventes en su trabajo durante el primer trimestre del embarazo tenían una probabilidad 13 veces mayor que las mujeres no expuestas de tener un bebé con algún defecto congénito importante, como espina bífida (columna vertebral abierta), pie torcido, defectos cardiacos y sordera (13). En el estudio participaron mujeres que se desempeñaban como operarias en fábricas, técnicas de laboratorio, artistas, diseñadoras gráficas y mujeres que trabajaban en imprentas.
Otros estudios han comprobado que las mujeres que trabajan en plantas donde se fabrican semiconductores y que están expuestas a altos niveles de éteres de glicol, otro tipo de disolventes, tienen más probabilidades de sufrir un aborto espontáneo que las mujeres no expuestas (14). Los éteres de glicol también se utilizan en trabajos de fotografía, tinturas y serigrafía.
Se recomienda a las mujeres embarazadas que trabajan con disolventes y a las que realizan artesanías en su hogar reducir su exposición:
- Asegurándose de que su lugar de trabajo esté bien ventilado.
- Usando ropa protectora adecuada, incluidos guantes y una mascarilla.
- Absteniéndose de comer o beber en su lugar de trabajo.
Para obtener más información sobre las sustancias químicas con las que trabaja, la mujer puede pedir a su empleador las hojas de datos de seguridad de las sustancias que utiliza (estas hojas, producidas por los fabricantes de las sustancias químicas, incluyen información sobre sus posibles riesgos y las precauciones de seguridad recomendadas para las personas que trabajan con ellas). Para ver una lista de las hojas, visite el sitio web http://www.msdssearch.com/. También puede ponerse en contacto con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (National Institute for Occupational Safety and Health) en www.cdc.gov/niosh/topics/chemical-safety.
¿La contaminación del aire es nociva para el feto?
La mayoría de las mujeres que viven en áreas con niveles de contaminación del aire superiores al promedio tiene bebés sanos. No obstante, estudios realizados en los Estados Unidos y en otros países sugieren que los bebés de mujeres embarazadas expuestas a niveles altos de ciertas sustancias que contaminan el aire podrían tener una probabilidad ligeramente mayor que los bebés de mujeres que viven en zonas menos contaminadas de tener un tamaño demasiado pequeño para su edad gestacional (11). Estos contaminantes del aire incluyen hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) y la contaminación con partículas pequeñas, ambos provenientes de los escapes de los vehículos y fuentes industriales. Otro estudio sugiere que el cociente intelectual de los niños expuestos a altos niveles de PAH antes del nacimiento puede encontrarse 4 puntos por debajo del de los niños expuestos a niveles más bajos (15).
La calidad del aire en muchas áreas del país ha mejorado desde la sanción de la primera Ley de aire puro (Clean Air Act) en 1970. No obstante, algunas mujeres embarazadas, incluidas las que viven en ciudades grandes, siguen expuestas a niveles de contaminación no saludables. Para limitar la exposición a la contaminación, es necesario limitar las actividades al aire libre, especialmente el ejercicio, los días en que la calidad del aire es mala.
¿Representan un riesgo para el embarazo los productos de limpieza para el hogar?
Si bien algunos productos de limpieza para el hogar contienen disolventes, existen muchas alternativas seguras. Se recomienda a las mujeres embarazadas leer las etiquetas con atención y abstenerse de usar los productos cuyas etiquetas indican que son tóxicos (por ejemplo, algunos limpiadores de hornos).
Por lo general, los productos que contienen amoníaco o cloro no son nocivos para los bebés durante el embarazo, aunque sus olores pueden producir náuseas a las mujeres embarazadas. Por esta razón, se recomienda a las mujeres embarazadas abrir las ventanas y las puertas y usar guantes de goma cuando utilicen estos productos. No se deben mezclar nunca productos a base de amoníaco con productos que contienen cloro, ya que esta combinación produce gases peligrosos para todas las personas.
Las mujeres embarazadas preocupadas por los riesgos de los limpiadores comerciales o aquellas a las que molestan los olores pueden utilizar otros productos seguros y naturales. Por ejemplo, el bicarbonato sódico puede utilizarse como limpiador en polvo para cepillar superficies grasosas, ollas y cacerolas, pilas, bañeras y hornos. También pueden utilizar una solución de vinagre y agua para limpiar muchas superficies, como las encimeras.
¿Las sustancias químicas presentes en los plásticos representan un riesgo para el feto o el bebé?
Es posible. Los plásticos están hechos con varias sustancias químicas, como ftalatos y bisfenoles A (BPA). Los ftalatos hacen que el plástico sea blando y flexible. Se utilizan en juguetes, dispositivos médicos (como tubos), champús, cosméticos y envases para alimentos. Los BPA hacen que los plásticos sean transparentes y resistentes. Se utilizan en mamilas, recipientes para alimentos (para revestir las latas de metal) y botellas de agua.
Las investigaciones recientes sugieren que la exposición a ftalatos antes del nacimiento puede contribuir a defectos sutiles en los genitales masculinos (11). Los ftalatos también pueden representar un riesgo después del nacimiento. En 2006, el Programa Nacional de Toxicología (National Toxicology Program, NTP) llegó a la conclusión de que un tipo de ftalato utilizado en tubos médicos plásticos podría representar un riesgo para los sistemas reproductores de los bebés de sexo masculino (16). Muchos hospitales han retirado estos productos de las salas para recién nacidos. En 2008, el NTP también expresó preocupación por los efectos de los BPA en el cerebro, conducta y glándula prostática en los fetos, lactantes y niños (17). Otros estudios sugieren que los altos niveles de BPA pueden influir en algunos abortos espontáneos (11).
En 2009, en Estados Unidos se prohibió el uso de algunos ftalatos en juguetes y artículos para el cuidado de niños, como los productos usados por niños de tres años y menores para dormir, alimentarse, succionar o morder (18). Algunos fabricantes han interrumpido el uso de BPA en las mamilas.
Continúan realizándose estudios sobre los posibles efectos en la salud de estas sustancias químicas. Hasta que se obtengan mejores respuestas, las mujeres embarazadas pueden tomar estas medidas para limitar su exposición:
- No utilizar recipientes de plástico con el número 7 o las letras PC (policarbonato) en el triángulo que se encuentra en la parte inferior.
- Limitar el consumo de alimentos en lata.
- No cocinar alimentos en el horno microondas en recipientes de plástico ni colocar plásticos en el lavavajillas.
Los padres pueden limitar la exposición del bebé:
- Amamantando a su bebé para no usar mamilas.
- Utilizando mamilas de vidrio, polipropileno o polietileno.
- Dando a sus bebés juguetes de plástico fabricados después de febrero de 2009, o que indiquen en la etiqueta que no contienen ftalato.
- Limitando el uso de lociones o polvos para bebé que contienen ftalatos (19).
¿Apoya March of Dimes la investigación sobre los riesgos ambientales durante el embarazo?
March of Dimes apoya desde hace mucho tiempo la realización de estudios para identificar exposiciones a sustancias ambientales que pueden representar un riesgo durante el embarazo, como los efectos de la exposición prenatal a productos químicos a base de estrógenos en el medio ambiente. Otros estudios que cuentan con el apoyo de March of Dimes procuran mejorar el entendimiento de cómo los genes y las exposiciones ambientales pueden interactuar y contribuir a defectos congénitos y nacimiento prematuro.