Miastenia grave y el embarazo
La miastenia grave (MG) es un trastorno autoinmune que afecta a los músculos voluntarios, es decir, los músculos que podemos controlar para el movimiento, como los músculos de las piernas o de los brazos. Los trastornos autoinmunes son trastornos que ocurren cuando los anticuerpos (sustancias que combaten las enfermedades producidas por el sistema inmune) atacan tejido sano del cuerpo por error.

En la MG, ciertos anticuerpos bloquean la comunicación normal entre las terminales nerviosas y los músculos. Esto puede causar debilidad muscular y fatiga (cansancio). Los músculos de la cara, la garganta y las extremidades suelen verse afectados. En los Estados Unidos hay aproximadamente de 36,000 a 60,000 personas con MG.

La MG y otros trastornos autoinmunes suelen durar toda la vida. No se conocen bien las causas de la MG, pero una de ellas podría ser problemas con el timo. El timo es una glándula que se encuentra debajo del esternón y ayuda al sistema inmune a desarrollarse y a funcionar.

Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener MG. Suele desarrollarse durante la edad fértil y puede afectar el embarazo. Afortunadamente, con la atención médica que existe en la actualidad, muchas mujeres con MG pueden tener embarazos sanos.

¿Cuáles son los síntomas de la MG?
Los síntomas de la MG pueden ser de leves a graves. Algunas personas tienen síntomas leves limitados a los músculos de los ojos (1). Otras tienen síntomas que empeoran con el tiempo, especialmente durante los primeros dos años posteriores al inicio de los síntomas. Después de dos años, el trastorno a veces se vuelve más estable. Los síntomas incluyen, entre otros:

  • Caída de párpados
  • Doble visión
  • Dificultades para tragar
  • Problemas del habla
  • Debilidad en las extremidades
  • Falta de aire

¿Cómo se diagnostica la MG?
Por lo general, la MG es diagnosticada por un neurólogo (médico especializado en enfermedades del sistema nervioso). El neurólogo puede recomendar una serie de pruebas para confirmar el diagnóstico:

  • Pruebas de fortaleza muscular
  • Análisis de sangre. El laboratorio busca anticuerpos relacionados con la MG, como el anticuerpo contra receptores de acetilcolina.
  • Prueba de edrofonio. Una inyección de esta sustancia química puede mejorar temporalmente la fortaleza muscular en las personas con MG.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes, como tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM). Estas pruebas comprueban si existen problemas en el timo.

¿Cómo se trata la MG?
Los médicos pueden tratar la MG con muchos medicamentos diferentes que mejoran la fortaleza muscular. Muchas personas con MG llevan una vida sana y activa. Algunos de los medicamentos utilizados para tratar la MG no presentan riesgos para el embarazo, pero otros sí. Si tiene MG, consulte a su médico antes de quedar embarazada. Su médico podrá indicarle que cambie de medicación y utilice otros que sean más seguros durante el embarazo. Los medicamentos utilizados para tratar la MG incluyen, entre otros:

  • Corticosteroides. El tratamiento prolongado con prednisona (Sterapred®) puede mejorar o aliviar totalmente los síntomas en muchas personas con MG (1). Este medicamento se considera bastante seguro durante el embarazo, pero puede aumentar ligeramente el riesgo de paladar hendido o labio leporino (aberturas en el labio superior o techo de la boca) cuando se utiliza a comienzos del embarazo (2).
  • Estimulantes musculares anticolinesterasa. Los medicamentos como la neostigmina (Prostigmin®) y la piridostigmina (Regonol®, Mestinon®) aumentan los niveles de una sustancia química llamada acetilcolina. Esta sustancia química ayuda a transmitir los impulsos nerviosos a los músculos. La acetilcolina es destruida por los anticuerpos en las personas con MG. Estos medicamentos no presentan riesgos durante el embarazo (2).
  • Inmunosupresores (medicamentos que ayudan a suprimir un sistema inmune sobreactivo). Si tiene síntomas de MG serios, su médico puede indicarle medicamentos anticancerígenos como ciclofosfamida (Cytoxan®) y metotrexato (Folex®, Mexate®, Rheumatrex®), o medicamentos utilizados para prevenir el rechazo de los órganos en pacientes trasplantados, como azatioprina (Imuran®) y microfenolato mofetil (CellCept®). Estos medicamentos pueden ayudar con la MG, pero pueden causar serios efectos colaterales (como un mayor riesgo de infección seria). No tome estos medicamentos durante el embarazo. El metotrexato y la ciclofosfamida se han asociado con defectos congénitos, y se sabe poco sobre la seguridad de los demás medicamentos.

Otros tratamientos incluyen (1,2):

  • Extirpación quirúrgica del timo. Esto mejora los síntomas en muchas personas con MG. En algunas, produce una remisión prolongada sin síntomas.
  • Plasmaferesis. Este procedimiento elimina temporalmente los anticuerpos anormales de la sangre. Es seguro en el embarazo y en ocasiones se usa cuando una mujer tiene síntomas graves.

¿La MG supone riesgos durante el embarazo?
La MG puede suponer riesgos para usted y para su bebé. No se puede predecir cómo la MG afectará al embarazo (2). Algunas mujeres tienen síntomas más graves durante el embarazo, como problemas graves para respirar. En otras mujeres los síntomas mejoran o incluso entran en remisión. Son comunes las recaídas después de dar a luz.

Si tiene MG, consulte a su médico para saber cuándo es más seguro quedar embarazada. Los síntomas suelen ser más graves durante los primeros dos años después de desarrollar MG. Por eso es aconsejable esperar al menos dos años después de la aparición de los síntomas para quedar embarazada (2).

Si tiene MG, el riesgo de ciertas complicaciones durante el embarazo puede ser mayor (2):

  • Ruptura prematura de las membranas. Las membranas que contienen al bebé y el líquido amniótico pueden romperse antes del parto. Si esto ocurre antes de cumplidas las 37 semanas de gestación, puede llevar al nacimiento prematuro del bebé. Los bebés prematuros presentan un mayor riesgo de tener problemas de salud mientras son recién nacidos, así como incapacidades permanentes.
  • Parto por cesárea o parto vaginal operativo (parto con el uso de fórceps o extracción por vacío). Las mujeres con MG pueden desarrollar cansancio muscular extremo al empujar durante el parto. Pueden necesitar una cesárea o parto vaginal operativo si no pueden tener un parto vaginal.

Las mujeres embarazadas con MG deben ser atendidas por su neurólogo y su obstetra conjuntamente. Estos especialistas revisarán regularmente a la mujer embarazada para detectar cualquier signo de problemas para respirar u otros síntomas que empeoren.

Si tiene MG, ¿afectará a su bebé?
Aproximadamente del 10 al 20 por ciento de las mujeres con MG desarrollan una forma temporal de MG llamada MG neonatal (2). Los anticuerpos anormales de la madre pueden atravesar la placenta y causar debilidad muscular al recién nacido. Los bebés afectados pueden tener problemas respiratorios y problemas para succionar. Los bebés con MG neonatal pueden tratarse con medicamentos anticolinesterasa para aumentar la fortaleza muscular. Por lo general, los síntomas desaparecen después de unas tres semanas.

Si tiene MG, tiene más probabilidades que las mujeres que no tienen este trastorno de tener un bebé prematuro. Puede planificar el parto en un hospital que cuente con una unidad de terapia intensiva neonatal y que esté preparado para atender a bebés prematuros o enfermos.

Referencias

  1. Howard, J.F. (2006). Healthcare professionals: Clinical overview of MG. New York: Myasthenia Gravis Foundation of America. Consultado en: http://www.myasthenia.org/hp_clinicaloverview.cfm
  2. Sharon, I. y Wilkens, J.P. (2010). Myasthenia gravis and pregnancy. Emedicine. Consultado en: http://emedicine.medscape.com/article/261815-overview

Febrero de 2011