La Diabetes Durante el Embarazo
La diabetes es un trastorno que hace que la concentración de azúcar en la sangre sea demasiado alta. Tiene lugar cuando el organismo no produce suficiente insulina o cuando no puede utilizarla como corresponde. La insulina es una hormona elaborada por el páncreas que permite al organismo convertir el azúcar de la sangre en energía o almacenarla como grasa. Cuando la diabetes no se trata debidamente, la concentración elevada de azúcar en la sangre puede provocar daños a varios órganos, como los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los riñones. Algunos diabéticos necesitan inyectarse insulina diariamente para evitar estas complicaciones. Aproximadamente una de cada 100 mujeres en edad fértil padece diabetes antes del embarazo (diabetes preexistente).1 Un cuatro por ciento adicional desarrolla diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional).2 La mayoría de estas mujeres puede estar segura de que tendrá un bebé sano ya que, si bien la diabetes conlleva algunos riesgos durante el embarazo, los avances en la atención médica hacen posible reducirlos considerablemente. ¿Qué riesgos conlleva para el bebé la diabetes preexistente?
¿Qué riesgos conlleva para el bebé la diabetes gestacional? Al igual que en la diabetes preexistente, la diabetes gestacional mal controlada aumenta el riesgo de macrosomía, nacimiento sin vida y complicaciones en el neonato, así como el riesgo de obesidad y diabetes después de la adolescencia.5,6 ¿La diabetes provoca otras complicaciones durante el embarazo?
¿Cuáles son las causas de la diabetes gestacional? ¿Quiénes corren riesgo de tener diabetes gestacional?
No obstante, incluso las mujeres que no tienen ningún factor de riesgo pueden desarrollar diabetes gestacional. Por esta razón, los médicos suelen realizar a las mujeres embarazadas una prueba de detección precoz. ¿Qué pruebas se realizan a las mujeres para detectar la diabetes gestacional? La prueba consiste en extraer una muestra de sangre una hora después de ingerir una bebida que contiene 50 gramos de glucosa (una forma de azúcar). La muestra se envía al laboratorio para medir las concentraciones de glucosa que contiene. Si la prueba de detección precoz indica que la mujer tiene concentraciones elevadas de glucosa en la sangre, deberá someterse a una prueba similar pero de mayor duración conocida como prueba de tolerancia a la glucosa. Para esta prueba deben extraerse muestras de sangre en ayunas y una, dos y tres horas después de ingerir 100 gramos de glucosa. Una vez diagnosticada la diabetes gestacional, la mayoría de las mujeres puede controlar la concentración de azúcar en su sangre mediante una dieta adecuada y ejercicio. ¿Qué dieta se recomienda a las mujeres embarazadas diabéticas? La cantidad de calorías que una mujer diabética embarazada debe consumir y la proporción de comidas de los diversos grupos alimenticios (cereales, proteínas, productos lácteos, frutas y verduras) dependerán de muchos factores como el peso, la etapa del embarazo y el ritmo de crecimiento del bebé. El médico y el dietista se basarán en estos factores, y en las preferencias alimenticias de la mujer, para elaborar una dieta adecuada. Por lo general, las calorías diarias se distribuyen entre tres comidas principales y tres refrigerios, incluido uno antes de ir a dormir. En el caso de mujeres con diabetes preexistente, lo más probable es que el dietista recomiende una dieta que contenga 20 por ciento de calorías derivadas de proteínas (como carnes magras, aves, pescado, legumbres, huevos y frutas secas), aproximadamente un 30 a un 40 por ciento de calorías derivadas de grasas no saturadas (derivadas principalmente de plantas y verduras) y de un 40 a un 50 por ciento de calorías derivadas principalmente de carbohidratos complejos (lo que incluye frutas, verduras y granos, incluido pan integral, cereales, pasta y arroz).1 Los dulces deben evitarse por completo. A las mujeres con diabetes gestacional se les puede recomendar una dieta similar. ¿Es aconsejable para las mujeres embarazadas diabéticas hacer ejercicio? ¿Requieren tratamiento con insulina las mujeres diabéticas embarazadas? Algunas mujeres con diabetes preexistente utilizan medicamentos orales para controlar la concentración de azúcar en su sangre. En la mayoría de los casos, estas mujeres deben dejar estos medicamentos y comenzar a inyectarse insulina cuando están intentando concebir y durante el embarazo. Los médicos están estudiando la seguridad y la eficacia de los medicamentos orales para la diabetes durante el embarazo, pero hasta que no se obtenga más información, suelen recomendar el tratamiento con insulina.1,8 Algunas mujeres con diabetes gestacional no logran controlar la concentración de azúcar en su sangre mediante una dieta adecuada y ejercicio. Estas mujeres son tratadas con insulina o con un medicamento oral para la diabetes (gliburida) durante el resto del embarazo. Estudios recientes sugieren que la gliburida es segura y tan eficaz como la insulina para controlar la concentración de azúcar en la sangre en mujeres con diabetes gestacional.9,10 (Dado que las mujeres que participaron en estos estudios recibieron el medicamento después del primer trimestre, no se ha podido comprobar si el tratamiento es seguro en los primeros meses del embarazo.) ¿Cómo puede una mujer embarazada controlarse la diabetes en casa? El médico también puede recomendar un análisis de orina en casa para medir la concentración de cetonas, que son ácidos débiles que se producen cuando la mujer embarazada no consume suficientes calorías y el organismo quema grasas en lugar de azúcar de la sangre para obtener energía. La presencia de una cantidad moderada a alta de cetonas en la orina puede indicar una diabetes mal controlada y la presencia de cetoacidosis, una complicación que puede provocar la muerte del feto si no se trata a tiempo. Los síntomas de cetoacidosis en la mujer pueden incluir náuseas, vómitos, aliento con olor a fruta, problemas para respirar, confusión mental y, si no se la trata debidamente, coma e incluso la muerte. ¿Qué pruebas se recomiendan para detectar complicaciones durante el embarazo?
En la mayoría de los casos, estas pruebas demuestran que el embarazo evoluciona normalmente. Si bien es más probable que una mujer diabética tenga que dar a luz mediante una intervención cesárea, la mayoría lo hace a través de un parto vaginal normal. ¿Requieren cuidados especiales las mujeres diabéticas después del parto? En la mayoría de las mujeres con diabetes gestacional, la concentración de azúcar en la sangre se normaliza después del parto. La Asociación de Diabetes de los EE.UU. (American Diabetes Association, ADA) recomienda a las mujeres que tuvieron diabetes gestacional controlarse la concentración de azúcar en la sangre cada seis a 12 semanas después del parto para asegurarse de que sea normal.11 Estas mujeres tienen aproximadamente un 50 por ciento de probabilidades de desarrollar diabetes en el futuro,5 por lo cual la ADA también recomienda en estos casos un control del azúcar en la sangre cada tres años como mínimo.11 Las mujeres con diabetes gestacional pueden reducir su riesgo comenzando un programa de pérdida de peso y de ejercicio después del parto. Estas mujeres están expuestas además a una probabilidad de hasta dos en tres de padecer diabetes gestacional en otro embarazo posterior.2 Un programa de pérdida de peso y de ejercicio después del parto también puede reducir el riesgo en este caso. ¿Qué puede hacer una mujer diabética antes del embarazo para reducir los riesgos para su bebé? En una consulta previa a la concepción, las mujeres con sobrepeso deben evaluar con su médico la manera más adecuada de alcanzar un peso sano antes de quedar embarazadas. Las mujeres con sobrepeso u obesas corren un riesgo mayor de tener diabetes gestacional y otras complicaciones del embarazo, como alta presión arterial, parto prematuro, nacimiento sin vida, y de tener un bebé con ciertos defectos congénitos.12 Las mujeres que ya han tenido diabetes gestacional pueden reducir su riesgo en otro embarazo alcanzando un peso sano antes de quedar embarazadas. (Se aconseja a las mujeres obesas o con sobrepeso consultar a su médico para determinar qué peso deben alcanzar durante el embarazo; por lo general, las mujeres con sobrepeso deben aumentar de 15 a 25 libras y las mujeres obesas 15 libras.)12 Cuando una mujer con diabetes preexistente se propone quedar embarazada, los médicos suelen recomendar un análisis de sangre mensual o cada dos meses para medir la hemoglobina glicada (sustancia que se forma cuando la glucosa en la sangre se adhiere a la proteína de los glóbulos rojos). Este análisis demuestra el grado de eficacia con que se ha controlado la concentración de azúcar en la sangre durante los últimos dos o tres meses y sirve para determinar el momento más seguro para intentar quedar embarazada. Este análisis también puede utilizarse para realizar un control de la concentración de azúcar en la sangre durante el embarazo. En algunos casos, el médico puede recomendar a las mujeres con diabetes gestacional que se realicen un análisis de azúcar en sangre para determinar si la concentración de azúcar ha vuelto a su valor normal o si han desarrollado diabetes. Como parte de una dieta sana, se recomienda a todas las mujeres tomar un complejo multivitamínico que contenga 400 microgramos de la vitamina B conocida como ácido fólico a partir de al menos un mes antes del embarazo para evitar los defectos del tubo neural. Las mujeres con diabetes preexistente están expuestas a un riesgo mayor de tener un bebé con este tipo de defectos, por lo que es fundamental en su caso tomar ácido fólico. En algunos casos, el médico puede recomendar dosis más altas.1 Se ha comprobado que las dosis diarias de 4,000 microgramos son eficaces para reducir el riesgo de tener otro bebé con un defecto del tubo neural en mujeres que ya han tenido un bebé afectado. En una consulta previa a la concepción, el médico puede recomendar a las mujeres con diabetes pregestacional que toman medicamentos orales para la diabetes que los cambien por insulina. Referencias 2. American Diabetes Association (ADA). Gestational Diabetes. Consultado 11 de octubre de 2007, www.diabetes.org. 3. Correa, A., et al. Diabetes Mellitus and Birth Defects. American Journal of Obstetrics and Gynecology, septiembre de 2008, volumen 199:237.el-237.e9. 4. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Your Pregnancy and Birth, Cuarta edición. ACOG, Washington, DC, 2005. 5. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Diabetes and Pregnancy: Frequently Asked Questions. Consultado 11 de octubre de 2007, www.cdc.gov/ncbddd/bd/diabetespregnancyfaqs.htm. 6. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Gestational Diabetes. ACOG Practice Bulletin, número 30, septiembre de 2001. 7. National Diabetes Information Clearinghouse. What I Need to Know About Gestational Diabetes. Consultado 11 de octubre de 2007, www.diabetes.niddk.nih.gov/dm/pubs/gestational/index.htm. 8. American Diabetes Association (ADA). Standards of Medical Care in Diabetes � 2007. Diabetes Care, volumen 30, suplemento 1, enero de 2007, págs. s4-s38. 9. Langer, O. et al. Insulin and Glyburide Therapy: Dosage, Severity Level of Gestational Diabetes, and Pregnancy Outcome. American Journal of Obstetrics and Gynecology, volumen 192, enero de 2005, págs. 134-139. 10. Jacobson, G.F. et al. Comparison of Glyburide and Insulin for the Management of Gestational Diabetes in a Large Managed Care Organization. American Journal of Obstetrics and Gynecology, volumen 193, número 1, julio de 2005. 11. American Diabetes Association (ADA). Gestational Diabetes Mellitus. Diabetes Care, volumen 27, suplemento 1, enero de 2004, págs. s88-s90. 12. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Obesity in Pregnancy. ACOG Committee Opinion, número 315, septiembre de 2005. Noviembre de 2008 |