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Muerte del Feto
![]() Cuando los padres reciben la desgarradora noticia de que su bebé ha muerto en el útero, su dolor puede ser abrumador. En unos pocos momentos, pasan de la ilusión de tener un hijo al intenso dolor que implica asumir la muerte de su bebé. Cuando la muerte del feto se produce después de 20 semanas de embarazo, se dice que el feto nace sin vida. Estas trágicas muertes ocurren en aproximadamente 1 de cada 160 embarazos,1 en la mayoría de los casos antes de que comience el parto. La mujer embarazada puede sospechar que algo no está bien si repentinamente el bebé deja de moverse y dar pataditas. Un número reducido de nacimientos sin vida ocurre durante el trabajo de parto y el parto propiamente dicho. ¿Cómo se diagnostica la muerte del feto? ¿Qué tratamiento recibe la mujer embarazada? La mayoría de las parejas decide inducir el parto inmediatamente después de enterarse de la muerte del bebé. Si el cuello del útero de la mujer todavía no ha comenzado a dilatarse para el trabajo de parto, el médico le administrará medicación vaginal para prepararlo y, a continuación, le inyectará en una vena la hormona oxitocina (también conocida como pitocina) para estimular las contracciones uterinas. Por lo general, sólo se recomienda una intervención cesárea cuando la mujer desarrolla problemas durante el trabajo de parto o el parto en sí. ¿Qué pruebas se realizan una vez que nace el feto? En hasta la mitad de los casos no es posible determinar la causa de la muerte del feto.2� No obstante, la información que se obtiene de estas pruebas suele ser útil para ayudar a las parejas a planificar su próximo embarazo, aun cuando se desconocen las causas de la muerte de su bebé.
Otras causas de nacimiento sin vida incluyen los traumatismos (como accidentes automovilísticos), los embarazos prolongados (un embarazo que dura más de 42 semanas), la incompatibilidad de Rh (una incompatibilidad entre la sangre de la madre y la del bebé) y la falta de oxígeno (asfixia) durante un parto complicado. Estas causas son poco comunes. Ciertos factores de riesgo también están asociados con la muerte del feto. Algunos de estos factores incluyen 1,4,5
Un estudio reciente encontró que las mujeres afro-americanas tienen un riesgo dos veces mayor para la muerte del feto que las mujeres blancas 6. No se sabe la razón por la que las mujeres afro-americanas tienen un riesgo mayor. El riesgo para las mujeres hispanas fue similar al de las mujeres blancas no hispanas 6. ¿Es posible prevenir el nacimiento sin vida? Las mujeres con embarazos de alto riesgo (incluidas las que padecen hipertensión y diabetes) son sometidas a un estricto seguimiento en la última etapa del embarazo, por lo general a partir de las 32 semanas aproximadamente. Mediante el monitoreo de los latidos del corazón del feto es posible determinar si tiene alguna complicación. Esto hace posible un tratamiento adecuado, y en algunos casos el parto anticipado, que puede salvar la vida del bebé.������ Los médicos suelen recomendar a las mujeres con embarazos de alto riesgo que cuenten las pataditas de su bebé a diario a partir de las 28 semanas del embarazo aproximadamente. Un método posible es registrar cuánto tiempo le lleva al bebé realizar diez movimientos. Si realiza los diez movimientos dentro de un período de dos horas, significa que todo está bien. Si la mujer cuenta menos de diez patadas en el transcurso de dos horas o si siente que el bebé se está moviendo menos de lo habitual, debe comunicarse con el médico. Éste podrá indicarle que se realice algunas pruebas, como un monitoreo del ritmo cardíaco fetal y un ultrasonido.�� Se recomienda a las mujeres embarazadas informar a su médico inmediatamente sobre cualquier hemorragia vaginal. Una hemorragia vaginal durante la segunda mitad del embarazo puede ser un signo de desprendimiento de la placenta. A menudo, una cesárea inmediata puede salvar al bebé.� ¿Qué puede hacer la mujer para reducir su riesgo de nacimiento sin vida? La obesidad puede aumentar el riesgo de nacimiento sin vida para la mujer.1,5 Se recomienda a las mujeres obesas que bajen de peso antes de concebir. Pueden consultar a su médico sobre cuál es el peso ideal y cómo pueden hacer para alcanzarlo. Las mujeres nunca deben intentar bajar de peso durante el embarazo. Sin embargo, las mujeres obesas no deberían aumentar tanto de peso durante el embarazo como lo hacen aquellas que no tienen sobrepeso. Las normas del Instituto de Medicina recomiendan que las mujeres embarazadas obesas limiten su aumento de peso a 11 a 20 libras, en comparasión a 25 a 35 libras para las mujeres que comienzan su embarazo a un peso normal 7. Las mujeres no deben fumar, beber alcohol ni consumir drogas ilegales durante el embarazo. Todo esto puede incrementar el riesgo de un nacimiento sin vida y de otras complicaciones durante el embarazo. ¿Qué probabilidades hay de que se vuelva a producir un nacimiento sin vida en otro embarazo? No obstante, el riesgo de tener otro nacimiento sin vida puede incrementarse si la causa del nacimiento sin vida anterior fue una enfermedad de la madre (como la diabetes) o un trastorno genético. En tales casos, podría ser útil para la pareja consultar a un especialista en genética. Un especialista en genética puede asesorar a la pareja acerca de las probabilidades de que se produzca otro nacimiento sin vida u otras complicaciones durante otro embarazo. Cualquier pareja que haya tenido un nacimiento sin vida debe discutir con su médico las probabilidades de que se repita antes de planificar otro embarazo. En algunos casos, el médico puede ayudar a la mujer a tomar ciertas medidas para reducir el riesgo durante otro embarazo. Por ejemplo, si la mujer padece de diabetes o hipertensión, puede llegar a tener la enfermedad bien controlada antes de intentar concebir nuevamente.���� La mujer y su pareja pueden hacer frente al dolor de manera diferente. Esto a veces genera un estado de tensión en la pareja en un momento en el que más se necesitan el uno al otro. Puede ser útil pedir a su médico que los derive a un consejero con experiencia en la asistencia a parejas que han perdido un bebé. A algunas parejas también les resulta muy útil unirse a un grupo de apoyo para padres que han experimentado la pérdida de un embarazo. En estos grupos, pueden compartir sus sentimientos con otras personas que realmente comprenden la situación por la que están atravesando y a menudo les sirve para no sentirse tan solos. ¿Apoya March of Dimes la investigación sobre el nacimiento sin vida? Referencias 1.� American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). (2009). Evaluation of Stillbirths and Neonatal Deaths. ACOG Committee Opinion, 383.� 2.� Reddy, U.M. Prediction and Prevention of Recurrent Stillbirth. (2007). Obstetrics and Gynecology, 110(5),�1151-1164. 3.� Eller, A.G., et al. (2006). Stillbirth at Term. Obstetrics and Gynecology,�108(2), 442-447. 4.� Silver, R.M., et al. (2007). Work-Up of Stillbirth: A Review of the Evidence. American Journal of Obstetrics and Gynecology,�196(5), 433-444. 5.� Silver, R.M. (2007). Fetal Death. Obstetrics and Gynecology,�109(1), 153-167. 6.� Anathe, C.V., & Basso, O. (2010). Impact ofPregnancy-Induced Hypertension on Stillbirth and Neonatal Mortality. Epidemiology, 21 (1), 118-123. 7.� Willinger, M., Ko, C.-W., & Reddy, U.M. (2009). Racial Disparities in Stillbirth Risk Across Gestation in the United States. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 201. Retrieved September 28, 2009 from http://www.ajog.org/. 8.� Institute of Medicine, National Research Council. (2009). Weight Gain During Pregnancy: Reexamining the Guidelines. Retrieved September 17, 2009 from http://www.nap/edu/catalog/12584.html. |
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