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Defectos de nacimiento

La influenza y su bebé

Puntos claves
  • La influenza puede ser peligrosa para todos los bebés, incluso los que están sanos.
  • Los bebés mayores de 6 meses necesitan la vacuna contra la influenza todos los años. Esta ayuda a proteger a los niños contra serios problemas de salud.

  • Los padres, otros familiares y cuidadores deben darse la vacuna contra la influenza todos los años para ayudar a proteger a los bebés que son demasiado pequeños para que los vacunen.

  • Las señales y los síntomas de la influenza incluyen dolores musculares, escalofríos, tos, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, mucosidad nasal o nariz tapada, dolor de garganta, vómitos y diarrea.

  • Si cree que su bebé tiene influenza, llame al profesional médico del niño de inmediato. El tratamiento rápido puede ayudar a prevenir las complicaciones graves de la influenza.

¿Qué es la influenza?

La influenza (o gripe) es un virus que puede causar enfermedad grave. No es tan solo mucosidad o congestión nasal y dolor de garganta. Es realmente importante proteger a los bebés y niños pequeños contra la influenza porque pueden enfermarse mucho. En casos poco comunes, la influenza puede causar la muerte. En el año 2017, la influenza causó un número récord de muertes infantiles. La mayoría de los niños que murieron no tenían la vacuna contra la influenza.

¿Cómo se transmite la influenza?

La influenza se transmite fácilmente de persona a persona. Cuando alguien enfermo con influenza tose, estornuda o habla, el virus se disemina por el aire. Su bebé también puede contagiarse la influenza si respira el virus o si toca algo (como un juguete) que tiene el virus de la influenza y luego se toca la nariz, los ojos o la boca.

La gente con influenza puede infectar a otros a partir del día antes de que se enferme y hasta los 5 a 7 días después. Las personas que están muy enfermas por la influenza o los niños pequeños pueden contagiarla más tiempo, en especial si todavía tienen síntomas.

¿Necesita su bebé la vacuna contra la influenza?

Sí. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan que todas las personas mayores de 6 meses se den la vacuna contra la influenza todos los años. Es especialmente importante que los niños menores de 5 años se vacunen porque corren más riesgo que los niños más grandes de sufrir problemas graves de salud causados por la influenza. La influenza puede ser peligrosa para todos los niños, incluso los que están sanos.

La mejor manera de proteger a su hijo contra la influenza es asegurarse de vacunarlo todos los años antes de que comience la temporada de la influenza (de octubre a mayo). Aunque es más probable que su hijo se la contagie durante la temporada de la influenza, se la puede contagiar en cualquier momento del año.

Hay dos maneras de darle la vacuna contra la influenza a su hijo:                                       

  1. Vacuna inyectable contra la influenza. Se puede dar la vacuna inyectable contra la influenza a los niños mayores de 6 meses.
  2. Vacuna en atomizador nasal contra la influenza. Es un rociador que se coloca en la nariz del niño. Se puede dar la vacuna en atomizador nasal contra la influenza a la mayoría de los niños mayores de 2 años. Sin embargo, no se recomienda para los niños con ciertas condiciones de salud, como asma, problemas de corazón y pulmones o con un sistema inmunitario débil que no los protege bien contra las infecciones. La vacuna en atomizador nasal tampoco se recomienda para los niños que toman ciertos medicamentos por períodos muy largos, como aspirina (tratamiento de largo plazo con aspirina).

La primera vez que se vacuna a su bebé contra la influenza, le darán dos dosis para protegerlo mejor. A partir de ello, le darán una dosis de la vacuna todos los años.  

Si no está segura de qué vacuna es mejor para su bebé, pregúntele al profesional médico del niño. Visite flu.gov para averiguar más sobre las vacunas contra la influenza.

La vacuna contra la influenza es segura para la mayoría de los niños. Pero si su bebé tuvo una mala reacción en el pasado, avísele al profesional médico del niño. Es posible que el profesional desee vigilar de cerca a su bebé después de darle la vacuna para ver si tiene una reacción. Si su hijo es alérgico a los huevos, hable con el profesional médico para decidir si se lo puede vacunar contra la influenza. Algunas vacunas contra la influenza están elaboradas con huevos.

Hay muchos tipos de virus de la influenza y siempre están cambiando. Cada año se elabora una nueva vacuna contra la influenza para proteger contra tres o cuatro virus que probablemente causen la enfermedad durante la próxima temporada. La vacuna protege contra la influenza durante alrededor de un año, de modo que es importante vacunar a su bebé cada año. Puede vacunar a su bebé en el consultorio de su profesional o en otros sitios, como farmacias que ofrecen la vacuna. Use el Buscador de vacunas de HealthMap (sitio en inglés) para averiguar dónde le pueden dar la vacuna contra la influenza a su bebé.

¿Corren algunos niños más riesgo que otros de tener problemas graves de salud causados por la influenza?

Sí. Los bebés y niños menores de 5 años –en especial los menores de 2 años de edad– corren más riesgo que los niños más grandes de tener complicaciones por la influenza. Los bebés prematuros también corren mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por la influenza. Los CDC recomiendan dar la mayoría de las vacunas a los bebés prematuros, incluida la vacuna contra la influenza, según su edad cronológica (el momento desde el nacimiento). Aunque un bebé nazca pequeño o con bajo peso al nacer, se le puede dar la vacuna al mismo tiempo que a los otros bebés de la misma edad. Si tiene un bebé prematuro, hable con el profesional del niño para asegurarse de que le den la vacuna contra la influenza a tiempo. Los niños con condiciones crónicas de salud, como asma, enfermedad del corazón o trastornos de la sangre, también corren un alto riesgo de sufrir complicaciones por la influenza.

¿Qué problemas de salud puede causar la influenza en los niños?

Las complicaciones de la influenza en los niños menores de 5 años incluyen:

  • Empeora las condiciones crónicas de salud, como la enfermedad del corazón o el asma
  • Problemas del cerebro, como encefalopatía. La encefalopatía es una enfermedad del cerebro que afecta la estructura cerebral o el funcionamiento del cerebro.
  • Deshidratación. Significa que su cuerpo no tiene suficiente agua.
  • Neumonía. Es una infección en uno o ambos pulmones
  • Problemas de sinusitis e infecciones de oído. Los senos nasales son espacios huecos de aire dentro de los huesos alrededor de la nariz. Las infecciones de sinusitis pueden suceder cuando se acumula líquido en los senos nasales.
  • Muerte. Las complicaciones de la influenza a veces pueden causar la muerte, pero no es común. 

¿Cuáles son las señales y los síntomas de que su bebé tiene la influenza?

Las señales de una condición de salud son las cosas que alguien puede ver o saber acerca de usted, como por ejemplo si usted tiene un sarpullido o si está tosiendo. Los síntomas son las cosas que usted siente y que otros no pueden ver, como por ejemplo tener dolor de garganta o sentirse mareada. Si su bebé muestra cualquiera de estas señales y síntomas de la influenza, llame a su profesional médico de inmediato o lleve al niño al consultorio:

  • Está muy cansado
  • Tos 
  • Fiebre (100 F o más), escalofríos o temblores del cuerpo. No todas las personas con influenza tienen fiebre.
  • Dolor de cabeza, dolor muscular o dolores de cuerpo
  • Congestión o goteo nasal
  • Dolor de garganta
  • Vómitos (devolver) o diarrea

La influenza suele aparecer con rapidez.  La fiebre y la mayoría de las otras señales y síntomas pueden durar una semana o más. Aunque su bebé no puede decirle cómo se siente, los bebés con influenza suelen estar más enfermos, molestos, incómodos y desdichados que los bebés que tienen un resfriado común. Si cree que su bebé tiene influenza aunque le hayan dado la vacuna contra la influenza, llame a su profesional médico.
 
Si su bebé muestra cualquiera de estas señales o síntomas, llévelo a la sala de emergencias de un hospital:

  • Está tan irritable que no quiere que lo tengan en brazos
  • Coloración azulada en los labios o la cara
  • Empeoran las condiciones crónicas de salud, como el asma
  • Respiración acelerada, problemas para respirar, dolor de pecho o se expande la caja torácica al respirar
  • Fiebre en un bebé de menos de 12 semanas de vida, fiebre por encima de 104 °F en bebés más grandes o en niños, o fiebre con sarpullido
  • Fiebre o tos que mejora, pero vuelve a aparecer y empeora
  • Convulsiones. La convulsión sucede cuando todo el cuerpo o partes del cuerpo se mueven sin control.
  • No está bebiendo suficientes líquidos o no está produciendo tanta orina como es habitual. Si su bebé no produce orina en 8 horas, tiene la boca seca o no le salen lágrimas cuando llora, puede estar deshidratado. 
  • No se está despertando o no está alerta ni interactúa con usted cuando está despierto
  • Dolor muscular intenso. Puede ser tan intenso que su hijo no puede caminar.
  • Vómitos que son intensos o que no paran

¿Cómo se trata la influenza en los bebés y niños?

Si su bebé corre más riesgo de tener influenza, el profesional puede recetarle un antiviral en cuanto comience a tener síntomas. El antiviral es un medicamento que mata las infecciones causadas por virus. Esos medicamentos pueden atenuar la influenza del bebé y ayudarle a sentirse mejor con más rapidez. Los antivirales también pueden ayudar a prevenir las complicaciones graves de la influenza, como una infección pulmonar llamada neumonía. Para la influenza, los antivirales son más efectivos si se usan dentro de los 2 días de tener señales o síntomas.

Si su bebé corre más riesgo de tener influenza, el profesional puede recetarle un antiviral en cuanto comience a tener síntomas. Todos los niños menores de 5 años corren más riesgo de contagiarse la influenza, en especial los menores de 2 años. Los niños que nacen prematuramente (antes de las 37 semanas de embarazo) o que tienen condiciones crónicas de salud, como asma o anemia falciforme, también corren más riesgo.

En los Estados Unidos se aprobaron tres medicamentos para prevenir o tratar la influenza en los niños:

  1. Oseltamivir (Tamiflu®) para los niños de hasta apenas 2 semanas de edad.  Este medicamento viene en forma de cápsula o líquido.
  2. Zanamivir (Relenza®) para los niños de al menos 5 años de edad.  Este medicamento es un polvo que su hijo respira a través de la boca. No se recomienda para las personas con problemas de respiración, como el asma.
  3. Peramivir (Rapivab®) para los niños de al menos 2 años de edad. El profesional médico administra este medicamento a través de una aguja que se inserta en una vena (IV o intravenoso).

Si su hijo tiene influenza, ayúdele a descansar mucho y a beber líquidos en abundancia. Es posible que no tenga mucho apetito. Trate de darle pequeñas comidas para ayudar a que su cuerpo se recupere.

Si su bebé parece sentirse incómodo por la fiebre, pregunte al profesional médico si puede darle acetaminofeno (Tylenol®) o ibuprofeno (Motrin® o Advil®) para bebés o niños. No le dé aspirina sin consultar con el profesional médico. La aspirina puede causar un trastorno del hígado poco común pero potencialmente mortal llamado “síndrome de Reye” en niños con ciertas enfermedades, como resfriados, influenza y varicela.

Si su bebé tiene tos o un resfriado, no le dé medicamentos de venta libre para la tos y los resfriados. Estos son medicamentos que puede comprar sin la receta de un profesional médico. La AAP dice que esos medicamentos pueden causar graves problemas de salud para los niños. Hable con el profesional médico de su bebé antes de darle cualquier tipo de medicamento.

¿Cómo puede detener el contagio de la influenza?

Todas las personas de 6 meses de edad o más deben recibir la vacuna contra la influenza. Eso significa usted, en especial si tiene o cuida a un bebé menor de 6 meses de edad. Si usted se vacuna contra la influenza, puede ayudar a prevenir que se propague.

Si usted o su bebé tienen influenza, se la pueden contagiar a otras personas. Haga lo siguiente para ayudar a prevenir la propagación de la influenza: 

  • No lleve a su hijo a la guardería, escuela o campamento durante al menos 24 horas después de que la fiebre (100 °F o más) le haya desaparecido. La fiebre tiene que haber desaparecido sin tomar un medicamento que baja la fiebre.
  • Evite el contacto con otras personas. Limite el contacto de su bebé con otras personas.
  • No bese a su bebé en la boca ni cerca de la boca. ¡Pero puede abrazarlo!
  • Enseñe a su hijo a toser o estornudar en un pañuelo o en su brazo. Tire el pañuelo desechable en la basura.
  • Lávese las manos con agua y jabón antes y después de atender a su bebé. También puede usar desinfectantes de manos a base de alcohol. Aplíquese suficiente desinfectante para que le lleve al menos 15 segundos para que se le sequen las manos.
  • Limpie las superficies y los juguetes que puedan tener el virus de la influenza.
  • Use agua caliente y jabón o el lavaplatos para lavar los platos y utensilios de su bebé.
  • No comparta los platos, vasos, utensilios o cepillo de dientes de su bebé.

Para más información

Flu.gov

Revisado en septiembre del 2019

Ver también: La influenza y el embarazo; Las vacuna de su bebé