Luchamos por Su Bebé
Desde la década de 1970, March of Dimes ha financiado investigaciones para el tratamiento de las complicaciones del nacimiento prematuro. Hacia fines de la década de 1990, March of Dimes amplió su labor de investigación con el objetivo de encontrar las causas del nacimiento prematuro y continuará con esta labor hasta encontrar las respuestas. La investigación es la clave para prevenir el nacimiento prematuro y las complicaciones graves que resultan de él. Aspectos destacados de la investigación de March of Dimes en neonatología y nacimiento prematuro:
Década de 1970: Terapia con indometacina. Los becarios de March of Dimes Abraham M. Rudolph y Michael A. Heyman de la Universidad de California en San Francisco descubrieron que la administración de la droga indometacina podría corregir el conducto arterial persistente, una condición cardíaca común en los bebés prematuros. Este descubrimiento les ha ahorrado a muchos bebés los riesgos y el dolor de una cirugía cardíaca.
Década de 1980: Prevención de la ictericia neonatal. La investigación básica de los becarios de March of Dimes Attallah Kapas, MD, y George Drummond, PhD, llevó al desarrollo de un medicamento para prevenir la ictericia neonatal. Si no se la trata, la ictericia neonatal puede dañar el cerebro y el sistema nervioso central.
1980-2000: Terapia con surfactante. March of Dimes tiene una amplia trayectoria de financiación de investigaciones sobre el desarrollo pulmonar en el recién nacido y ha invertido más de $12,5 millones en investigadores dedicados a estudiar este importante problema. Uno de los logros más destacados en este campo fue el trabajo de T. Allen Merritt, MD del San Diego Medical Center de la Universidad de California. Su investigación, que muestra la eficacia de la terapia con surfactante para los bebés prematuros con disnea, ayudó a convencer a la Dirección de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para que aprobara la terapia con surfactante para prevenir y tratar la disnea. El surfactante es una sustancia producida en los pulmones, similar al detergente, que facilita la respiración. Desde que se difundió el uso de la terapia con surfactante, las muertes de bebés a causa de la disnea han disminuido en más de dos tercios. March of Dimes continúa apoyando la investigación para desarrollar nuevas terapias con surfactante más eficaces.
Década de 1990: Terapia con óxido nítrico. Los becarios de March of Dimes John P. Kinsella, MD, y Steven Abman, MD, del Hospital Infantil de la Universidad de Colorado estudiaron el papel que cumple el óxido nítrico en la regulación del flujo sanguíneo a los pulmones. Su labor llevó a la aprobación del óxido nítrico para tratar a los recién nacidos con hipertensión pulmonar persistente (alta presión arterial en los pulmones del bebé, que suele interferir con la respiración y pone su vida en peligro).
Década de 1990: Terapia con aceite de pescado para prevenir el parto prematuro. El becario de March of Dimes, el Dr. Sjudur F. Olsen del Centro Danés de Ciencia Epidemiológica de Copenhague, Dinamarca, analizó los resultados de seis estudios de investigación y descubrió que las cápsulas de aceite de pescado pueden ayudar a prevenir el parto prematuro. Desde 1996, March of Dimes ha invertido más de $300.000 para apoyar esta investigación y otros estudios relacionados.
1998: Iniciativa de investigación epidemiológica perinatal (PERI). Inversión de $5,7 millones a lo largo de varios años para apoyar a seis becarios que están investigando diferentes condiciones sociales y biológicas asociadas con el parto y nacimiento prematuros. El programa PERI ya ha permitido obtener nueva información relacionada con el desarrollo del parto prematuro, así como importantes factores genéticos, nutricionales, de estrés, psicológicos y clínicos.
Década de 2000: Terapia para la anemia de la prematuridad. El becario de March of Dimes John A. Widness de la Universidad de Iowa, está estudiando la terapia intravenosa con hierro que podría utilizarse junto con otras opciones de tratamiento para tratar la anemia en los bebés prematuros. Esto reduciría la necesidad de que los bebés reciban transfusiones de sangre.
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