En casi la mitad de los nacimientos prematuros, se desconoce la causa. No obstante, los investigadores han realizado avances y conocen mejor algunas de las causas del parto prematuro. Los estudios sugieren que podría haber cuatro causas principales que conducen a un parto prematuro.
- Estrés materno o fetal. El estrés psicológico crónico de la madre o el estrés físico del feto (por ejemplo, el flujo sanguíneo insuficiente desde la placenta) aparentemente da como resultado la producción de una hormona relacionada con el estrés, llamada hormona liberadora de corticotropina (CRH). La CRH puede estimular la producción de una enorme cantidad de otras hormonas que generan contracciones uterinas y el parto prematuro.
- Infecciones. Los estudios sugieren que el parto prematuro suele desencadenarse por la respuesta inmunológica natural del organismo a ciertas infecciones bacterianas, como las que afectan al tracto genital y urinario y a las membranas fetales. Incluso las infecciones alejadas de los órganos reproductivos, tales como enfermedades periodontales, pueden contribuir a un parto prematuro.
- Hemorragia. El útero puede sangrar debido a problemas como el desprendimiento de la placenta (cuando la placenta se desprende en forma parcial o casi total de la pared uterina antes del parto). La hemorragia desencadena la liberación de diferentes proteínas que intervienen en la coagulación sanguínea, lo cual parece estimular también las contracciones uterinas.
- Estiramiento. El útero puede estirarse en forma excesiva por la presencia de dos o más bebés, cantidades excesivas de líquido amniótico o anomalías uterinas o de la placenta, lo cual conduce a la liberación de sustancias químicas que estimulan las contracciones uterinas.
El descubrimiento de que existen distintas causas del parto prematuro puede ayudar a explicar por qué es tan difícil de prevenir. Ahora que los científicos comprenden mejor las causas del parto prematuro, quizá puedan desarrollar intervenciones más eficaces para frenar los diferentes procesos químicos que lo provocan. Pero primero deben identificar a las mujeres que necesitan estos tratamientos.