En la NICU se practican varias pruebas que son importantes para diagnosticar problemas e identificar el progreso de los recién nacidos. A continuación se detallan algunas de las pruebas que se realizan típicamente:
Análisis de orina: Al igual que los análisis de sangre, los de orina permiten evaluar muchos aspectos de la salud del bebé. Con ellos se evalúa si los riñones están funcionando bien y si el bebé tiene una infección urinaria.
Análisis de sangre: Este es uno de los procedimientos más comunes de la NICU porque proporciona información crucial sobre el estado del bebé y alerta a los médicos a posibles problemas antes de que sean demasiado graves.
- Los análisis de sangre detectan si el bebé es anémico o si los niveles de bilirrubina son demasiado altos. La bilirrubina se forma cuando se descomponen los glóbulos rojos. Cuando el hígado no puede extraer la bilirrubina de la sangre, se produce la ictericia.
- Se puede ver si el bebé tiene bajos niveles de azúcar en sangre (hipoglicemia), niveles altos de azúcar en sangre (hiperglicemia), desequilibrios de sal o agua o necesidades nutricionales (como problemas de proteína y de las funciones del hígado y riñones), todos los cuales pueden producir problemas si no se los corrige.
- Con el análisis de sangre también puede verse si el bebé tiene una infección y qué antibiótico debe administrarse para tratarla.
- Si el bebé está muy enfermo, quizás deban realizarse análisis de sangre varias veces por hora para medir los niveles de gases en sangre (oxígeno y dióxido de carbono). Este análisis se hace con una muestra de sangre extraída de una arteria porque la función de las arterias es transportar oxígeno a todas las partes del cuerpo. La muestra se toma del catéter umbilical o, si no tiene catéter, de una arteria de la muñeca o del pie.
Es normal que se practique un análisis de sangre en cuanto se hospitaliza al bebé en la NICU para verificar los gases en sangre y si necesita más oxígeno o respiración mecánica.
Análisis diagnóstico del recién nacido: Es un análisis que se practica punzando el talón del bebé para extraer unas gotas de sangre que se colocan en un papel de filtro. Sirve para detectar trastornos hereditarios graves. La mayoría de los estados utilizan este análisis para detectar entre 3 y 20 trastornos (actualmente de 17 a 19 estados pueden detectar más de 9 trastornos). Gracias a las nuevas tecnologías, es posible detectar mayores cantidades de trastornos al mismo tiempo.
Ecocardiograma: Es una forma especializada de prueba de ultrasonido que estudia el corazón. Con este método pueden detectarse problemas estructurales (defectos del corazón) y defectos del funcionamiento del corazón.
Examen de retinopatía de los prematuros (ROP): Esta prueba normalmente se practica en todos los bebés nacidos antes de las 28-30 semanas de gestación, sea o no que necesiten oxígeno, y en todos los bebés nacidos antes de las 35 semanas que necesitan oxígeno. Un oftalmólogo (médico de ojos) examinará los ojos del bebé prematuro de cuatro a siete semanas después del nacimiento con un aparato especial (oftalmoscopio). Antes del examen, el médico coloca unas gotas en los ojos del bebé para poder ver la retina y evaluar si los vasos sanguíneos se están desarrollando normalmente. Si el bebé tiene señales de ROP, el médico repetirá el examen regularmente para ver si el problema desaparece por sí solo o si se necesita tratamiento.
Imagen por resonancia magnética (MRI): Al igual que la tomografía computada, el MRI produce una imagen muy detallada que es difícil ver en una radiografía o en un ultrasonido. El MRI brinda una vista más detallada que la tomografía computada ya que usa imanes poderosos y computadoras para crear la imagen. Esta prueba es indolora y no riesgosa para los bebés ya que no se vale de rayos X. Deberá trasladarse al bebé al departamento de radiología para realizar esta prueba.
Peso: Se pesa a todos los bebés al nacer y luego una vez por día mientras estén en la NICU. No se alarmen si el bebé adelgaza durante los primeros días o semanas después del nacimiento. Ello es normal en particular para los bebés muy pequeños. Cuando un bebé prematuro comienza a engordar en forma constante, es una señal alentadora de que está bien.
Prueba de la audición: Los bebés prematuros y enfermos tienen más riesgos de padecer problemas de la audición. Antes de que el bebé prematuro pueda marcharse del hospital, es probable que se le administre una prueba de la audición llamada �prueba de respuesta auditiva provocada del tronco encefálico�. Para ello, se coloca un audífono diminuto en el oído del bebé para enviar sonidos. Se le adhieren sensores pequeños en la cabeza, los cuales transmiten información a una máquina que mide la actividad eléctrica del cerebro en respuesta al sonido. El médico de su bebé les hablará de los resultados de la prueba de la audición y si es necesario continuar las evaluaciones. Es importante detectar pronto los problemas de la audición para ayudar a prevenir dificultades del habla y del lenguaje.
Radiografías: Las radiografías permiten tomar imágenes de los pulmones, huesos y otros órganos internos del bebé. Esas fotos ayudan al médico a planear el tratamiento y controlar el progreso. Si el bebé tiene problemas graves de respiración, es probable que le tomen varias radiografías de pulmón por día. El niño estará expuesto a un poco de radiación por las radiografías, pero la cantidad es tan baja que no afectará a su salud ahora ni en el futuro. No es preciso trasladar al bebé al departamento de radiología para esta prueba ya que se realiza en la incubadora misma.
Tomografía computada (CAT o CT scan): Se trata de una forma avanzada de captación de imágenes que con frecuencia produce una imagen más precisa que una radiografía o prueba de ultrasonido. La tomografía enfoca un haz de energía en la parte del cuerpo que el médico desea ver y se vale de las computadoras para convertirla en una fotografía completa (imagen bidimensional). Deberá llevarse al bebé al departamento de radiología y es posible que lo seden para que no se mueva.
Ultrasonido: El ultrasonido toma una imagen de los órganos del bebé mediante ondas sonoras, en lugar de usar rayos X. Se frota un dispositivo pequeño de mano llamado transductor varias veces sobre el área que el médico desea ver. La prueba del ultrasonido es indolora y no se saca al bebé de la incubadora. Con frecuencia se realiza para ver si el bebé tiene sangrado en el cerebro. El ultrasonido de la cabeza o �sonograma de cabeza� es una prueba de rutina para diagnosticar el sangrado en el cerebro.