Defienda a su Hijo
Una de las funciones más importantes de los padres es ser los aficionados más enérgicos y elocuentes de sus hijos. Eso es lo que hacen los defensores. Usted debe convertirse en la voz y el asociado de su hijo.

Como su bebé todavía no puede hablar ni tomar decisiones, usted debe convertirse en la voz y en el asociado de él. Debe colaborar estrechamente con los profesionales médicos y de servicios sociales que ayudan al niño. Esto es cierto para todos los padres. Si su hijo tiene necesidades especiales, esa función es incluso más importante y, con frecuencia, más difícil.

Como defensor de su hijo, debe asegurarse de que esté recibiendo atención médica y educación adecuadas y de alta calidad.  Si su hijo tiene una discapacidad, aprenda lo más posible sobre el problema del niño. Seleccione y colabore con un grupo de profesionales médicos que puedan ayudar al niño. Ese proceso suele tomar tiempo, exigir paciencia y, por sobre todo, compromiso emocional. Para hacer bien este trabajo, quizás deba aprender nuevas destrezas. Deberá:

  • Comunicarse con las personas que cuidan al bebé y con los que prestan servicios de asistencia social. Hágalo con cortesía, pero con firmeza. Use palabras que ellos entiendan.
  • Persuadirlos de que presten todos los servicios a los que tiene derecho su hijo.
  • Investigar nuevas opciones de tratamiento, servicios u oportunidades educativas para su hijo.
  • Pedir ayuda cuando lo necesite.

En ocasiones, ser el mejor defensor de su hijo significa cambiar las personas que lo cuidan. Si el profesional no parece mostrar compasión ni preocupación por su bebé, o la trata a usted de manera degradante, entonces puede ser mejor para usted y su hijo buscar otro profesional. Busque aquéllos que sepan ver los puntos fuertes de su hijo y que participen activamente en ayudar a su hijo a alcanzar todo su potencial.

Muchos padres descubren fuerzas y habilidades que no sabían que poseían. Algunos incluso encuentran nuevas oportunidades profesionales. A pesar de las frustraciones, la mayoría de ellos se sienten recompensados una y otra vez por el progreso y desarrollo del niño. Les reconforta saber que están haciendo todo lo posible por su hijo.

Septiembre de 2007