Las temperaturas altas son peligrosas para el bebé en crecimiento. El baño moderadamente caliente es una manera ideal de relajarse durante el embarazo, pero tenga cuidado de no sobrecalentarse.
La temperatura corporal jamás debe ser de más de 102,2 grados F (39° C) por más de 10 minutos. Los baños muy calientes, jacuzzis y saunas probablemente alcancen esa temperatura como mínimo e incluso pueden ser más calientes.
Verifique la temperatura del agua con un termómetro antes de sentarse en el baño. Preste atención a las señales de advertencia del sobrecalentamiento:
- Sentirse demasiado acalorada, mareada, débil o sudorosa
- Tener escalofríos, sed extrema, boca sea o náusea
Si siente las señales de advertencia del sobrecalentamiento, deje la bañera o sauna y llame de inmediato al profesional médico.
Si usó una cámara de vapor, jacuzzi o sauna antes de saber que estaba embarazada, pero no sintió las señales de advertencia del sobrecalentamiento, el riesgo para el bebé probablemente sea bajo. La mayoría de las mujeres comienzan a sentirse demasiado calientes y salen antes de que la temperatura alcance niveles peligrosos.
Si la temperatura corporal de la embarazada es demasiado alta, es posible que el bebé sufra un defecto congénito. Además, la temperatura corporal alta puede ocasionar una baja de la presión arterial de la embarazada. Por lo tanto, el feto puede recibir menos oxígeno y nutrición.
Para más información sobre tratamientos que pueden elevar la temperatura corporal durante del embarazo, lea Hipertermia y el embarazo de la Organización de Especialistas en Información Teratológica.