La mayoría de las mujeres tienen embarazos sanos y bebés sanos. Pero a veces las cosas no salen como uno se lo espera. La mujer puede tener complicaciones capaces de causar problemas para ella y para su bebé. Es poco común que esas complicaciones sean graves como para causar la muerte de la mujer.
La muerte materna (también llamada muerte relacionada con el embarazo) sucede cuando la mujer muere durante el embarazo o dentro del año después del embarazo como consecuencia de problemas de salud relacionados con el embarazo o el parto. La muerte materna no es común en los Estados Unidos. En este país, hay alrededor de 4 millones de partos y aproximadamente 650 muertes maternas por año.
Recibir atención médica regular antes, durante y después del embarazo puede ayudarle a mantenerse sana y a prevenir la muerte materna. Si está planeando un embarazo, hágase un chequeo preconcepcional para tratar los problemas de salud que pueda tener antes de quedar embarazada. Durante el embarazo, obtenga cuidado prenatal con regularidad y desde el inicio del embarazo. Al recibir cuidados prenatales regulares, su profesional de la salud puede detectar y tratar problemas de salud que quizás afecten su embarazo. Después del parto, tenga en cuenta las señales de advertencia de problemas de salud, incluyendo infecciones y sangrado, que podrían tornarse peligrosos.
¿Qué tipos de problemas de salud pueden causar la muerte materna?
En los Estados Unidos, estos problemas de salud son causas comunes de la muerte materna:
- Enfermedades cardiovasculares, como accidente cerebrovascular y alta presión arterial. Esas enfermedades afectan su corazón y vasos sanguíneos. Durante el embarazo, usted tiene casi el doble de sangre circulando por su cuerpo de lo que tenía antes del embarazo. Eso significa que su corazón debe esforzarse más para bombear sangre al resto de su cuerpo.
El accidente cerebrovascular sucede cuando un coágulo de sangre (una masa o aglutinación de sangre) bloquea un vaso sanguíneo que transporta sangre al�cerebro o cuando estalla un vaso sanguíneo del cerebro. Los cambios en las hormonas (sustancias químicas elaboradas por el cuerpo) durante el embarazo y el parto pueden incrementar su riesgo de tener un accidente cerebrovascular. El embarazo y el parto causan accidentes cerebrovasculares en alrededor de 8 de cada 100,000 mujeres. El accidente cerebrovascular puede ocasionar lesiones duraderas en el cuerpo o causar la muerte.
La alta�presión arterial (también llamada hipertensión) sucede cuando la fuerza de la sangre que empuja contra las paredes de las arterias es demasiado alta. Las arterias son vasos sanguíneos que transportan sangre del corazón al cuerpo. Sin tratamiento, la alta presión arterial puede conducir a un accidente cerebrovascular o a la insuficiencia cardíaca. La insuficiencia cardíaca sucede cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre. Su profesional de la salud le toma la presión arterial en cada chequeo de cuidado prenatal para asegurarse de que su presión arterial sea normal.
Si tiene alta presión arterial y proteína en la orina durante el embarazo, significa que padece un trastorno llamado preeclampsia. Si no se la trata, la preeclampsia puede causar serios problemas de salud. Algunas veces, se convierte en un problema potencialmente mortal llamado eclampsia. La eclampsia es cuando la embarazada tiene convulsiones después de la preeclampsia.
- Embolia del líquido amniótico. Esta es una afección muy poco común que suele suceder durante o inmediatamente después del parto y nacimiento muy difíciles. Sucede cuando algunas de las células, cabello o líquido amniótico (líquido que rodea a su bebé en el útero) del bebé entran en la corriente sanguínea de la madre y se desplazan a los pulmones. Esto puede causar que las arterias de los pulmones se estrechen. A su vez, esto ocasiona problemas como frecuencia cardíaca rápida, latido cardíaco irregular, ataque cardíaco o muerte.
- Problemas con la anestesia. La anestesia es un medicamento que reduce o impide el dolor. Su profesional de la salud puede darle anestesia durante el parto y el nacimiento. La mayoría de las mujeres no tienen problemas por la anestesia, pero algunas reaccionan de manera distinta. Si se le da demasiada anestesia, puede afectarle la respiración, el latido cardíaco o la presión arterial. Avise a su profesional de la salud antes de entrar en trabajo de parto si ha tenido problemas con la anestesia en el pasado.
- Enfermedades del músculo cardíaco (también llamadas cardiomiopatía). Esas enfermedades hacen que su corazón sea más grande, grueso o más rígido (duro) de lo normal. A veces hacen que el corazón sea más débil, y por lo tanto no puede bombear bien la sangre. Eso puede dar lugar a problemas como insuficiencia cardíaca, latido cardíaco irregular o acumulación de líquido en los pulmones o en las piernas.
- Hemorragia (o sangrado intenso). La hemorragia puede ser mortal si su profesional de la salud no puede detenerla. El parto prematuro y los problemas de placenta (como el desprendimiento de la placenta) pueden ocasionar sangrado intenso durante el embarazo. El parto prematuro es el que comienza demasiado temprano; es decir, antes de completar�las 37 semanas de embarazo.El desprendimiento de la placenta sucede cuando la placenta se separa del útero (matriz) antes del nacimiento. La placenta crece en su útero y suministra alimentos y oxígeno al bebé a través del cordón umbilical. El sangrado intenso después del parto puede suceder si, durante el parto, la vagina o el cuello uterino (la abertura al útero) se desgarró o cortó, o si el útero no se contrae (tensa) después del parto.
- Infección. La infección es una enfermedad que usted se contagia por gérmenes perjudiciales. Algunas infecciones pueden causar enfermedades mortales. En casos poco comunes, las embarazadas que tienen estreptococo del grupo B (una infección causada por una bacteria) pueden padecer septicemia (infección de la sangre). La septicemia es capaz de abrumar el sistema inmunitario del cuerpo y dar lugar a problemas graves e incluso la muerte. Por ejemplo, a veces puede ocasionar coágulos pequeños que bloquean el flujo sanguíneo a órganos vitales como el cerebro, el corazón y los riñones. Eso puede ocasionar insuficiencia de los órganos o la muerte.
- Embolia pulmonar. Se trata de un coágulo de sangre que bloquea una arteria en el pulmón. Suele suceder cuando un coágulo de sangre de la pierna, llamado tromboflebitis venosa profunda (también conocida como TVP), se desprende y se desplaza hasta el pulmón. La embolia pulmonar puede causar niveles de oxígeno bajos en la sangre. Si los órganos no reciben suficiente oxígeno, pueden sufrir daños. La embolia pulmonar es una emergencia y puede ser mortal. Después del parto, es posible que su profesional le indique levantarse y caminar en cuanto pueda. Eso puede ayudar a prevenir la tromboflebitis venosa profunda y la embolia pulmonar.