La estadía en la NICU es como el recorrido de una montaña rusa para muchos bebés, con altos y bajos, triunfos y contratiempos. Sin duda, los padres también sienten esos altibajos. Los siguientes consejos les ayudarán a prepararse para esos sentimientos encontrados.
Permítanse llorar y sentirse abrumados. Quizás les preocupe que si se dejan llevar por los sentimientos, jamás podrán recomponerse. Pero sí podrán. Permítanse dar rienda suelta a las emociones.
Establezcan una rutina. Busquen la forma de equilibrar el trabajo, la vida hogareña y las visitas al hospital. Permítanse dejar al bebé cuando se sientan preparados para hacerlo. El bebé los necesita, pero también es importante dedicar tiempo a ustedes mismos, a su pareja y a sus otros hijos. No olviden hacer las cosas que les agradan, como los ejercicios físicos. Los intervalos de descanso les ayudarán a reponer energías para seguir adelante.
Conéctense con otros padres de la NICU. Los otros padres comparten muchos sentimientos y luchas similares. Hablen de su experiencia informalmente o en un grupo de apoyo. Conviene rodearse de otras personas que entiendan lo que ustedes están pasando. Pregunten al personal de la NICU si hay padres que ya han pasado por la NICU con los cuales establecer una relación de apoyo.
Exploren sus convicciones espirituales. Quizás les resulte beneficioso reflexionar y apoyarse en su perspectiva espiritual personal y les reconforte hablar con un pastor, padre, rabino, ministro o imán. Es normal que esta experiencia les haga cuestionar sus convicciones religiosas y espirituales. Recuerden que la oración, la meditación o la reflexión interna les ayudará a encontrar la fuerza emocional y la esperanza y los guiará por estos momentos difíciles.
Lleven un diario. Expresar los sentimientos en papel les ayuda a algunas personas a enfrentar y superar esas emociones, así como a fortalecer la esperanza y la paciencia porque se darán cuenta de cuánto ustedes y su bebé han avanzado.
Desahóguense. Si su bebé sufre un contratiempo, quizás se sientan sumidos en el temor y la ansiedad. Hablen de sus temores y tengan fe.
Celebren cada vez que puedan. Cuando el bebé avance en su recuperación, déjense llevar por la alegría.
Acepten el apoyo de otras personas. Pidan ayuda a otras personas.
Acepten que usted y su pareja tendrán reacciones distintas. Hablen de sus emociones y escuchen con empatía para que ambos se sientan apoyados.