Lamentablemente, los bebés no vienen con manuales de instrucción, y no pueden decirle a usted cuando algo no está bien. Puede resultarle difícil a los padres entender a su recién nacido y distinguir entre el estado irritable normal de su bebé y un problema más grave. Saber cuándo llamar al profesional de la salud puede ser una experiencia difícil y tensionante para los padres.
Cuando tenga duda, ¡confíe en sus instintos! Si cree que su bebé necesita atención médica, llame al profesional de la salud que lo atiende. Algunos problemas necesitan atención inmediata. Otros pueden esperar al horario normal de atención del consultorio. Éstas son algunas señales que le ayudan a saber cuándo llamar.
Urgente
Llame inmediatamente al profesional de la salud o llévelo a urgencias (sala de emergencias) si su bebé:
- Tiene sangre en el vómito o en la materia fecal.
- Tiene problemas para respirar, respira muy rápido (más de 60 respiraciones por minuto) o tiene un tinte azulado alrededor de la nariz, labios, uñas o piel.
- Tiene uno o más episodios de apnea (la apnea es la interrupción periódica de la respiración).
- Tiene una convulsión. (Cuando una persona tiene una convulsión, una parte del cuerpo o todo el cuerpo se mueve repetitivamente. A veces la persona deja de respirar.)
- Ha comido o bebido cosas que no son alimentos y pueden causar daño como vómitos, diarrea, problemas para respirar, etc. Ejemplos: detergentes, jabones, blanqueador (clorox, lejía) y productos para el control de roedores.
- Cuesta despertarlo o está inusualmente cansado.
- Tiene una temperatura rectal de más de 100.4 grados F o de menos de 97.8 grados F.
- Tiene la piel o los ojos amarillentos.
- Se lastimó y no deja de sangrar.
Menos urgente
Llame al consultorio del profesional de la salud si su bebé:
- Está comiendo menos o muestra otros cambios en el apetito.
- Llora regularmente, está fastidioso o no lo puede calmar.
- Tiene diarrea frecuente. Eso puede ser más difícil de distinguir en los bebés que toman pecho porque normalmente tienen movimientos de vientre blandos. Comuníquese con el consultorio del profesional de la salud si la materia fecal de su bebé es particularmente blanda o aguada para 6-8 cambios de pañal.
- Le cambian los hábitos de movimiento de vientre.
- Tiene vómitos (más que devolver o escupir) más de 2 a 3 veces por día.
- Tiene un resfriado que no mejora o empeora después de unos días.
- Tiene un sarpullido.
- Está estreñido y no ha tenido ningún movimiento de vientre.
- Tiene menos de seis pañales mojados en 24 horas. Eso puede ser una señal de deshidratación. Otras señales incluyen ojos hundidos, punto blando hundido (fontanela) en la cabeza del bebé o falta de lágrimas cuando llora.
- Le sale líquido de los oídos.
- Tiene sensibilidad o dolor en el ombligo o pene. Fíjese si hay enrojecimiento, sangrado o pus en esas áreas.
- Está más pálido de lo normal.
- Está menos activo.
Recuerde: Si cree que hay algún problema con el bebé, consulte con el profesional de la salud que atiende a su hijo.