El mercurio es un metal. La exposición a�niveles altos de mercurio durante el embarazo puede causar problemas reales para usted y para su bebé.
El mercurio puede dañar muchas partes de su cuerpo, incluyendo el sistema nervioso, los pulmones y los riñones. También puede causar problemas de la audición y de la vista. La gravedad del daño depende de la cantidad de mercurio a la que estuvo expuesta.
Los bebés expuestos al mercurio en la matriz pueden sufrir daño cerebral y problemas de audición y vista.
¿Cómo se expone al mercurio?
El mercurio tiene distintas formas:
- Es el líquido brillante y plateado blancuzco que se usa en los termómetros. También se usa en algunos empastes dentales y en algunas bombillas de luz.
- Puede ser un vapor sin color ni olor en el aire. Se libera al aire a través de procesos industriales, como la quema de desechos o de carbón en las plantas de electricidad.
- El mercurio en el aire cae nuevamente a la tierra y se acumula en los océanos, lagos, ríos y arroyos. Los peces que habitan esas aguas absorben el mercurio. Si usted come esos peces, puede exponerse al mercurio.
Puede exponerse al mercurio a través de:
- Su piel, al tocarlo
- El aire, al respirarlo
- Los alimentos o agua contaminados con�mercurio que usted come o bebe
¿Cómo puede limitar o prevenir la exposición al mercurio?
Siga estas sugerencias para ayudarla a permanecer alejada del mercurio durante el embarazo:
- No coma pescados con grandes cantidades de mercurio. Limite también los pescados con menos cantidades de mercurio.
- Si puede estar expuesta al mercurio en su trabajo, hable con su empleador sobre las precauciones de seguridad. Pregunte si puede cambiar a otro puesto o tarea diferente durante su embarazo.
- Si necesita que le arreglen caries dentales, hable con su dentista sobre las opciones de empastes. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés)�dice que los empastes de mercurio son seguros para la mayoría de las personas, incluyendo las embarazadas. Pero quizás pueda conseguir un empaste sin mercurio. No se haga extraer los empastes de mercurio a menos que estén fraccionados o dañados.
- Pida a un adulto (que no sea una embarazada) que arroje a la basura los termómetros, las bombillas fluorescentes o las bombillas de luz de alta intensidad que se hayan roto. Conserve esos artículos de manera de impedir que se rompan y no deje que los niños los toquen. No use la aspiradora para limpiar el mercurio derramado.
Si desea información específica, consulte las recomendaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.