El abuso, sea emocional o físico, jamás debe aceptarse. Lamentablemente, algunas mujeres son maltratadas por su pareja. El abuso no tiene fronteras raciales, étnicas ni económicas. El abuso suele empeorar durante el embarazo. Casi 1 de cada 6 embarazadas ha sido abusada y maltratada por su pareja.
¿Qué es el abuso?
El abuso sucede de varias maneras. La pareja abusiva le puede causar dolor emocional si la insulta o la culpa constantemente por algo que no hizo. La persona abusiva puede tratar de controlarle el comportamiento al no permitirle ver a su familia y amistades o al decirle siempre lo que debe hacer. El abuso emocional puede hacerla sentir atemorizada o deprimida, llevarla a comer mal o inducirla a adoptar hábitos perjudiciales como fumar o beber alcohol.
La pareja abusiva puede tratar de lastimarla físicamente. El abuso o maltrato físico puede incluir pegarle, darle una cachetada, patearla, estrangularla, empujarla o incluso tirarle del pelo. A veces, la persona abusiva dirige los golpes a la panza de la embarazada. Este tipo de violencia no sólo puede lastimarla a usted sino también poner en grave peligro al bebé que no ha nacido. Durante el embarazo, el abuso físico puede dar lugar al aborto espontáneo y al sangrado vaginal. Puede hacer que el bebé nazca demasiado pronto, nazca con poco peso o tenga lesiones físicas.
¿Qué puede desencadenar el abuso durante el embarazo?
Para muchas familias, el embarazo produce sentimientos de estrés, lo cual es normal. Pero no está bien que su pareja reaccione violentamente al estrés. Algunas parejas son abusivas durante el embarazo porque sienten:
- Disgusto por el embarazo no planeado
- Estrés al pensar en mantener económicamente al primer bebé o a otro bebé
- Celos de que la atención de la mujer pase de la pareja al bebé o a una nueva relación
¿Cómo puede darse cuenta si está en una relación abusiva?
Es común que las parejas discutan de vez en cuando. Pero la violencia y el maltrato emocional son distintos de los pequeños conflictos de las parejas.
Pregúntese:�
- ¿Me menosprecia siempre mi pareja y me hace sentir mal sobre mí misma?
- ¿Fue mi pareja responsable de lastimarme o causarme dolor en el cuerpo?
- ¿Me amenaza, amenaza al bebé, a mis otros niños o se amenaza a sí mismo?
- ¿Me culpa mi pareja por sus actos?
- ¿Me dice que me golpeó por culpa mía?�
- ¿Está cada vez más violento?
- ¿Me ha prometido jamás volver a lastimarme pero lo sigue haciendo?
Si contestó �sí� a alguna de estas preguntas, es posible que esté en una relación perjudicial.
¿Qué puede hacer?
Reconozca primero que está en una relación abusiva. Una vez que se dé cuenta de eso, habrá dado el primer paso para pedir ayuda. Hay muchas cosas que puede hacer.
Dígale a alguien de su confianza. Puede ser una amiga, cura, pastor o consejero religioso, profesional de la salud o consejero. Una vez que haya confiado en ellos, quizás la pongan en contacto con una línea de ayuda para crisis, programa contra la violencia doméstica, servicio de asistencia legal o un refugio para mujeres maltratadas.
Tenga un plan para su seguridad. Puede incluir lo siguiente:�
- Aprenda el número del departamento local de policía y del consultorio del profesional de la salud en caso de que su pareja la lastime. Llame al 911 si necesita atención médica inmediata. No olvide pedir una copia de la denuncia policial o informe médico si decide presentar cargos contra la persona abusiva.
- Busque un lugar seguro. Hable con una amiga, vecina o familiar de confianza con la cual pueda quedarse, sin importar la hora del día o de la noche, para protegerse.
- Junte dinero extra y documentos o cosas importantes que necesite, como la licencia de conducir, tarjetas del seguro de salud, chequera, información de la cuenta de banco, tarjetas del Seguro Social y medicamentos recetados. Guarde esos artículos en un lugar seguro para que pueda llevárselos consigo rápidamente.
- Empaque una maleta con artículos de tocador, una muda de ropa para usted y sus hijos y copias extra de las llaves de la casa y del auto. Entregue la maleta a alguien de su confianza que pueda guardársela.
Recuerde: Nadie se merece el abuso físico ni emocional. Reconozca las señales del abuso y pida ayuda. Quizás le dé mucho miedo pensar en irse, pero debe hacerlo. Su vida y la de su bebé dependen de eso.
Para más información
Si necesita ayuda, llame a la línea nacional contra la violencia doméstica:
(800) 799-SAFE (7233)
(800) 787-3224 TTY.